¿Inteligencia artificial o simple copia de obras ajenas?
Jober Rocha
Ampliamente utilizada hoy en día, la Inteligencia Artificial se presenta al público como una innovación capaz de revolucionar el desarrollo humano. Pero, ¿es esto cierto o la IA no es más que un sistema que copia y pega textos y productos previamente creados por el ser humano, presentándolos como de su autoría?
La respuesta a esta pregunta depende de cómo se defina la inteligencia. Si la inteligencia se define como la capacidad de aprender y adaptarse, entonces la IA puede considerarse inteligente. La IA es capaz de aprender de los datos con los que fue entrenada y adaptarse a nuevas situaciones. Por ejemplo, si a la IA se le presenta un texto nuevo, podrá aprender el significado de las palabras y frases de ese texto y utilizarlo para generar un texto similar.
La inteligencia artificial es, por tanto, un área de investigación que busca desarrollar algoritmos y sistemas capaces de realizar tareas que, hasta ahora, sólo podían ser realizadas por seres humanos.
Sin embargo, si la inteligencia se define como la capacidad de crear algo verdaderamente nuevo, entonces la IA puede considerarse simplemente una copia del trabajo de otras personas. Por lo tanto, la IA es capaz de generar texto similar al texto en el que fue entrenada, pero no es capaz de crear algo completamente nuevo.
La ética de la Inteligencia Artificial, a su vez, es un área de investigación muy amplia y requiere de cuidados éticos, legales y sociales. El estudio “La ética de la inteligencia artificial : Cuestiones y iniciativas ” establece que el principio de responsabilidad y rendición de cuentas exige que la Inteligencia Artificial sea auditable; es decir, que los desarrolladores, propietarios y operadores de la tecnología son responsables de rendir cuentas de los comportamientos o decisiones de un sistema de IA.
Esto significa que dichos agentes son responsables de las implicaciones morales o éticas de su uso, mal uso y comportamiento y tienen la responsabilidad y la oportunidad de moldear esas implicaciones.
La Inteligencia Artificial, al copiar o resumir obras de diferentes autores, ignora los derechos de autor que poseen estos autores. Las obras creadas por la IA y copiadas por quienes la utilizan, a su vez, no permiten que el Copyright sea válido porque no fueron creadas por seres humanos. Así, en la práctica, podemos decir que los Derechos de Autor sobre sus obras han terminado.
Cualquiera puede solicitar un mensaje de texto a AI. Éste lo copiará de algún otro texto existente, pudiendo fusionarlo con otros del mismo tema, sin pagar nada a los verdaderos propietarios de las obras copiadas. El solicitante recibirá el texto sin saber de quién ha sido extraído y podrá publicarlo como propio, agregándolo a su CV y haciéndose pasar por el autor de ese nuevo y antiguo trabajo.
Muchos autores ya han acudido a los tribunales de sus países solicitando que AI no pueda copiar sus textos. Este, por tanto, será un problema importante que habrá que resolver en los próximos años para que la IA pueda desarrollarse.
En última instancia, la cuestión de si la IA es inteligente o no es una cuestión de opinión y de cómo la legislación aborda esta cuestión por razones políticas y estratégicas. ¿Es importante o no acabar con los derechos de autor de los textos escritos, como ya han hecho las autoridades con muchos productos del sector farmacoquímico y farmacéutico, al crear productos genéricos y romper patentes existentes?
Sin embargo, está claro que la IA es una herramienta poderosa que puede utilizarse para diversos fines.
A continuación se muestran algunos ejemplos de cómo se puede utilizar la IA:
La IA se puede utilizar para generar textos creativos, como poemas, historias y guiones.
La IA se puede utilizar para traducir idiomas.
La IA se puede utilizar para responder preguntas de forma informativa.
La IA se puede utilizar para escribir diferentes tipos de contenido creativo, como poemas, códigos, guiones, piezas musicales, correos electrónicos, cartas, etc.
La IA todavía está en desarrollo, pero ya ha aprendido a realizar muchos tipos de tareas. A medida que la IA siga aprendiendo y desarrollándose, se convertirá en una herramienta aún más poderosa.
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