Inteligencia artificial y derechos de autor
Jober Rocha
Dado que la Inteligencia Artificial, al parecer, es una simple base de datos gigante, que utiliza todo el conocimiento acumulado hasta la fecha para proporcionar textos e información a sus usuarios, no hay nada más normal que pensar que los derechos de autor sobre nuevas obras escritas, utilizando textos antiguos que no son invenciones que podían ser patentadas y estar sujetas a la Ley de Propiedad Industrial, han desaparecido en nuestro país.
Sin embargo, parece que los derechos de autor no terminaron con el uso de la Inteligencia Artificial. Sin embargo, han creado algunos desafíos para el desarrollo y uso de sistemas de IA.
Los derechos de autor son derechos de propiedad intelectual que protegen las invenciones, incluidos los algoritmos. En Brasil, los derechos de autor están regulados por la Ley de Propiedad Industrial (LPI).
La LPI define que sólo las invenciones humanas están protegidas por derechos de autor. Esto significa que las invenciones creadas por sistemas de IA no están protegidas por estos derechos y pueden copiarse.
Esta situación crea algunos desafíos para el desarrollo de sistemas de IA. Por ejemplo, las empresas que desarrollan estos sistemas pueden tener dificultades para proteger los textos e invenciones que producen contra copias y reproducciones no autorizadas.
Además, los derechos de los autores pueden dificultar el uso de sistemas de inteligencia artificial para crear nuevas obras intelectuales, como libros, música y películas. Esto se debe a que, para que estas obras estén protegidas por derechos de autor, deben ser creadas por un ser humano.
La Inteligencia Artificial, sin embargo, cuando hace uso de obras ya escritas o producidas, simplemente copia partes o la totalidad de las obras, las mezcla, las sintetiza y se las proporciona al usuario como su propio trabajo, que el usuario puede copiar a voluntad y publicar. bajo su propio nombre. En otras palabras, la Inteligencia Artificial eludió los derechos de autor de los autores a quienes se les copiaron sus obras. Al ser la Inteligencia Artificial considerada una actividad no humana, sus productos no tienen Copyright y, por tanto, pueden ser copiados.
Desde el punto de vista de los creadores de la Inteligencia Artificial, es importante destacar que los derechos de los autores no son barreras insuperables para el desarrollo y uso de sistemas de IA. Hay algunas formas de sortear estos desafíos, que ellos utilizan, como por ejemplo:
1. Registrar la invención como secreto industrial.
2. Desarrollar sistemas de IA capaces de generar obras intelectuales que sean consideradas creaciones humanas.
Todavía es demasiado pronto para decir cómo afectarán los derechos de autor al desarrollo y uso de los sistemas de IA en el futuro. Sin embargo, es probable que estos derechos sigan siendo una cuestión importante que deben considerar los desarrolladores y usuarios de IA.
Los siguientes son algunos ejemplos de cómo los derechos de autor pueden afectar el desarrollo y uso de los sistemas de IA:
1. Una empresa desarrolla un sistema de IA capaz de escribir artículos periodísticos. Si la empresa no puede registrar la invención como secreto industrial, cualquiera puede copiar y redistribuir los artículos escritos por el sistema.
2. Una empresa desarrolla un sistema de inteligencia artificial que es capaz de crear música original. Si la empresa no puede demostrar que las canciones fueron creadas por un ser humano, no estarán protegidas por derechos de autor.
Estos son sólo algunos ejemplos de cómo los derechos de autor pueden afectar el desarrollo y uso de los sistemas de IA. Es importante que los desarrolladores y usuarios de la IA sean conscientes de estos desafíos para que puedan tomar las medidas necesarias para proteger sus invenciones y obras intelectuales. Porque los usuarios de Inteligencia Artificial no saben a ciencia cierta cómo los productos que utilizan fueron obtenidos por las empresas que prestan este servicio, debido al secretismo que rodea a la actividad.
Actualmente, algunos autores están reclamando los derechos de autor de sus imágenes y obras ante los tribunales, para que no sean utilizadas por empresas de inteligencia artificial (IA); una batalla legal cada vez más compleja, ya que tanto en Estados Unidos como en Europa la ley favorece la IA. Sin embargo, la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos (USCO) ha brindado orientación sobre en qué casos el contenido producido por inteligencia artificial puede protegerse mediante derechos de autor.
En Europa, una directriz de 2019 comenzó a autorizar el derecho de exploración conocido como “minería de datos”, incluso en contenidos protegidos por derechos de autor, siempre que sean accesibles al público; con excepción de los casos en que el titular de los derechos no autorice dicho uso.
La cuestión de los derechos de autor en el uso de la inteligencia artificial es un tema complejo y en constante evolución. Aún no hay una respuesta definitiva a esta pregunta, lo que podría suceder en los próximos años.
En Brasil, este año, un famoso premio literario, otorgado cada año a escritores de lengua portuguesa, vio descalificada una de sus obras por haber utilizado Inteligencia Artificial.
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