Sentado en tu sofá favorito (el del jefe de la familia), tu copa de whisky en una mano y en la otra un ademán, me miras con tus ojos penetrantes que me paralizan hasta los huesos mientras yo camino hacia ti. Te levantas como no queriendo porque extiendo mis brazos para abrazarte, es tu cumpleaños pá! (creíste que lo había olvidado, pues no, hoy es 6 de noviembre).
Nuestro abrazo dura sólo dos segundos, te doy un regalito con mis manos temblando y automáticamente cambia la expresión de padre malencarado, tu sonrisa me ilumina y se escucha un -"ora"! gracias mija.
Yo un manojo de nervios mientras abres la cajita que contenía un reloj, te lo pruebas, te gustó! Quiero llorar de alegría pero me aguanto, porque sé que elegí bien aunque en mi mente pasan mil opciones más, si hubiera comprado un celular, si hubiera comprado ropa, etc, etc, etc.
Me doy la vuelta feliz y camino despacio por haberte sacado una sonrisa..
Alguien me hubiera dicho que ese sería el último regalo de cumpleaños que le daría a mi papá, se lo hubiera comprado todo! o simplemente ese abrazo hubiera durado más.
Seco mis lágrimas, respiro (le doy un sorbo a mi copa de whisky que levanto hacia el cielo) y sonrío: Feliz cumpleaños pá!, ya nos hemos de encontrar.. |