Sopórtalo, no le dejes ganar.
Dale una vuelta más.
De seguro sabes que esta sensación
en cualquier momento te puede engañar.
Ahógalo, no lo dejes salir.
Mátalo con humo y alcohol,
la mezcla que siempre te acompañó.
Si quieres lo hago yo,
y quemo todo ese dolor
que de vez en cuando me sueles compartir.
Atrápalo, apriétalo.
Retuerce tus músculos hasta que no den mas.
Sabes que así de fuerte es la contención que necesitas
para poder controlar el fulminante deseo de dejarte llevar.
Texto agregado el 06-11-2023, y leído por 75
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