a Carlos Fuentes
a los 23 años sobreviví a un accidente cerebrovascular
“Estoy Feliz. Me han sacado del mundo.” me dijo Temperley
a causa de la hemiplejia pude devorar cine
insistí en acceder a las catedrales de la cultura de mi país para procurarme una disciplina cinematográfica mejor estructurada,
para entonces ya había perseguido una pulsión bibliómana y accedido a la literatura de mi gremio,
yo toqué tres veces la puerta y no hubo respuesta
antes tuve una educación sentimental en la orientación de Buñuel, Sarduy, Brassens
forjé sectas, cultos, participé del alto esoterismo mexicano
al perder una mitad del cuerpo miré a oriente
y tuve la fortuna de profesar mitos y mancias de la antigua china
finalmente, como un mantra que recorrió mi vida,
nací a los 33 años el día de la muerte de cristo
migré lejos de mi tierra devastada,
cambié nuevamente de hemisferio para releer a Borges a Cortázar a Lamborghini
en este sur de tango que es otra casa en llamas
hoy no me inclino demasiado al diálogo de época,
pero esta noche ciega
tomaría prestado un haz de luz para tatuar tu nombre en el silencio,
Carlos Fuentes, madre querida, gracias por venir a visitarme,
gracias por la vital reconstrucción del tiempo
enemigo del hombre, devorador del hombre, verdadero corazón del hombre
esta noche hay una flor naranja en la región más transparente del recuerdo,
Proust de la rue Donceles, Ministro Paracelso,
Chack Mool que sostiene el altísimo palacio
Mi bisabuelo fue el mejor sacerdote latinista del estado
Mis abuelos fueron pianistas en Yauquemecan, primos,
mis tíos tocan tuba y trombón en Culiacán en narcofiestas
todos antes guadalupanos comunistas, mis muertos dentro mío
mi madrina tuvo una librería esotérica antes de morir
me habita el cardenche y la voz de la selva sangre
pero también el gen lumpen dramático del rock urbano
que inició el abismo en mi pecho como un sol de tinta,
para pintar la noche con las manos de mis niños muertos
regalo extraordinario de papá
tlacuilo tlalelolca de la Terra Nostra
que tú, querida Carla, en suprema facultad nombraste
antes de su parto, antes, mucho antes de su tragedia y de la nuestra
demostraste que el padre ausente es una fuerza histórica, análisis preciso y suministrar un consuelo interactivo, íntimamente humanista, entendernos, mirarnos al espejo.
un don telúrico de evocar el pasado común, hacer arte de la historia,
antes que lo escribiera la vida tú nos reuniste en el capítulo mexicano de la novela castellana,
una sala naranja llena de viniles, poemas y guitarras, la piel de miles de leones en las escaleras, el asesinato de Colosio, el inicio del zapatismo,
los ladrones que van a dormir a casa.
y el recuerdo azul de sus cabellos al alba y la orgía perpetua y la ira brutal de un matrimonio obrero, demasiado dulce, demasiado joven,
crueles ángeles me guían a amar mi memoria y Carla, creaste tanto, escribiste borraste y escribiste muchas vidas en las líneas de mis manos
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