La corrupción asfixiará a la ideología?
Jober Rocha

Cuando los verdaderos ideólogos de izquierda intentan imponer sus pensamientos oníricos a quienes los escuchan o leen, ciertamente lo hacen con la absoluta convicción de que están luchando por la libertad, la honestidad y la justicia. No les quito este mérito.
Resulta que aquellos individuos que son más inteligentes que ellos; es decir, quienes los están manipulando no piensan igual. Los deseos de estos últimos son que, habiendo provenido de las clases sociales más desfavorecidas, a través de la ideología que buscan implementar, pasen a formar parte de las clases dominantes y, con ello, alcancen un alto nivel socioeconómico que nunca han disfrutado. Siempre ha sido así, desde que se estableció el comunismo como forma de gobierno.
Este hecho siempre ocurre antes, durante o después de la implementación de cualquier régimen comunista en cualquier rincón de nuestro planeta.
Aquí en mi país no podría ser diferente. Todos aquellos que se han presentado como candidatos a cargos electivos por partidos de izquierda tienen un innegable deseo de poder y riqueza. Poco saben en qué consiste la nefasta ideología que venden y defienden. De ahí sólo conservaron algunas palabras clave con las que impresionan a sus votantes ignorantes: Mais Valia, Ejército de Reserva Industrial, Materialismo Histórico, Materialismo Dialéctico, Lucha de Clases, Leyes Históricamente Determinadas, Propiedad de los Medios de Producción, etc.
Una vez finalizadas las elecciones y asumidos cargos en el parlamento y el ejecutivo, contacto con fondos públicos, enmiendas parlamentarias, mansiones nababescas y autos oficiales, fondos de gabinete, planes de salud en el país y en el extranjero, viajes y dietas a cualquier parte del mundo. , fiestas, recepciones, etc., sin olvidar los esquemas de soborno a parlamentarios para que brinden apoyo al gobierno (fondos y puestos en la administración); Todo esto tiene efectos anti ideológicos en esas mentes oportunistas.
El propio presidente actual habría declarado, en 1993, que había trescientos picos con anillos de médico en el Congreso Nacional. Esta frase dio origen posteriormente a una canción compuesta por Herbert Vianna e interpretada por el grupo musical Paralamas do Sucesso en el EP ‘Vamo Batê Lata’, lanzado originalmente en 1995.
Este candidato fue elegido por sus propuestas de izquierda en 2003, y permaneció en él hasta 2011. Durante su gobierno surgieron numerosas acusaciones: una de ellas fue la del conocido Mensalão, que todos saben lo que significaba y que presuntamente malversó alrededor de R$ 141 millones de fondos reales de las arcas públicas. Durante el gobierno de su sucesor, de 2011 a 2016, ocurrió otro escándalo, la llamada operación Lava Jato, en marzo de 2014. Según la Revista Época, el 09/01/2017, el monto manejado en Lava Jato asciende a R$ 8 billones, superando el PIB de Brasil, que alcanzó R$ 5,9 billones en 2015.
Mientras tanto, la llama del poder ha cambiado las instituciones. Dejó el Ejecutivo y pasó al Judicial, con el apoyo de los militares, como ya había ocurrido anteriormente en un país vecino. El Poder Legislativo, el de los trescientos picos mencionados por el ex candidato presidencial, en el que la mayoría de sus miembros respondieron a innumerables procesos legales, guardó silencio y comenzó a obedecer al Poder Judicial, en un acto demostrando que esa lealtad ciega se mantendría mientras el procedimiento judicial quedó archivado.
Con la llegada de la pandemia, un gran número de presos condenados por delitos comunes fueron liberados, los tribunales prohibieron las redadas policiales en favelas y periferias, se discutió la despenalización de las drogas y se prohibió a los ciudadanos respetuosos de la ley adquirir libremente armas y municiones.
Muchos 'intelectuales', vinculados a actividades docentes y de investigación, que trabajan en instituciones públicas o incluso en los tres poderes de la república, en posiciones subordinadas o intermedias, todavía creen en lo que aprendieron de sus maestros ideólogos y de sus compañeros políticos: “el comunismo”. se trata de liberar a los ciudadanos oprimidos. Somos soldados en esta lucha del bien contra el mal. El hecho de que estemos mucho mejor pagados que el resto de la población es una indicación de nuestra importancia en esta guerra. Pronto todos seremos iguales y el resto de la gente ganará tanto como nosotros”...
En realidad, lo que quieren los corruptos en el poder es más poder y más dinero. Para lograr ambos, se apoyaron en una ideología que siempre ha cautivado a las masas ignorantes. Sin poder nunca penetrar en la supuesta ciencia contenida en la obra de Karl Marx, creyeron en su veracidad sin lugar a dudas, como lo garantizaban los profesores que tenían (todos activistas), desde el prefacio hasta la conclusión.
En un país como el nuestro, con nuestra idiosincrasia, nuestras tradiciones, nuestro folklore, nuestras características psicosociales, incluso después de la implementación de un régimen comunista, duraría poco tiempo. Creo que la gente como nosotros , antes de ser comunistas, nacimos anarquistas.
No sobreviviríamos mucho tiempo con una dictadura de izquierda, en la que la represión fuera total, sin poder consumir drogas, sin poder comprar y vender contrabando, sin ir a prostíbulos, sin quedarnos en las playas jugando al fútbol y sin hacer nada, sin apenas tener el primer título o ni siquiera haber asistido a escuelas, vender dulces y caramelos en los semáforos, realizar pequeños robos y robos en las calles.
Sabiendo todo esto, nuestros parlamentarios y líderes fingen que están avanzando hacia la implementación de un régimen comunista, pero esto es sólo un espectáculo. Juegan para sus votantes, pero sólo quieren poder y riqueza. Mientras puedan, "empujarán esta charla sobre el comunismo con el estómago".
Cuando ya no funcione, cuando los votantes de izquierda se den cuenta de que los líderes actuales no tienen intención de seguir este camino, los votantes votarán por otros candidatos, con las mismas nuevas propuestas que las anteriores en las que seguirán creyendo. Así, mientras los anteriores candidatos se trasladan a una capital europea, donde vivirán gastando sus millones o miles de millones acumulados en esta gran plantación bananera que es nuestro país, donde los trabajadores serán siempre esclavos de una elite venal, los votantes de izquierda elegirán otros candidatos a su lugar, en un perpetuo movimiento de ilusión analfabeta.
Ustedes preguntarán: - ¿Y qué pasa con la ideología comunista?
Responderé: - La ideología comunista es para gente seria, aunque nunca haya funcionado en ninguna parte. Yo también podría responder, como dijo Étienne de la Boétie, abogado francés que ocupó el cargo de asesor del Parlamento de Burdeos. Mucho antes de que Rousseau presentara su “Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres”, Étienne ya había escrito sobre los tiranos y la servidumbre.
En su 'Discurso sobre la servidumbre voluntaria', escrito entre 1546 y 1548, afirmó: “Es increíble ver cómo el pueblo, cuando está sometido, cae de repente en un olvido tan profundo de su libertad, que no puede despertar. para recuperarlo.. Sirve tan bien y con tanta voluntad que se diría, al verlo, que no sólo perdió la libertad, sino que ganó la servidumbre”. “Es verdad que al principio uno sirve, obliga y vence por la fuerza. Pero los que vienen después sirven sin desgana y hacen voluntariamente lo que hicieron sus antepasados por imposición. Los hombres nacidos bajo el yugo, luego alimentados y educados en la servidumbre, sin mirar más allá, se contentan con vivir como nacieron y no piensan que tienen otros bienes y otros derechos que los que han encontrado. Finalmente llegan a convencerse de que la condición de su nacimiento es natural”. “Los hombres sumisos, desprovistos de coraje guerrero, pierden también la vivacidad en todas las demás cosas, sus corazones son tan débiles y blandos que no son capaces de ninguna gran acción. Los tiranos lo saben muy bien. Por eso, hacen todo lo posible para hacerlos aún más débiles y cobardes”. “La inclinación natural de los ignorantes, cuyo número aumenta en las ciudades, es desconfiar de quienes los aman y creer en quienes los engañan. No penséis que un pájaro cae más fácilmente en la trampa o un pez, por codicia, muerde antes el anzuelo, que todas aquellas personas que fácilmente se dejan atraer por la servidumbre, por la más mínima dulzura que se les hace probar. Es realmente sorprendente ver cómo se sueltan tan rápido ante la más mínima caricia que les dan”. “El teatro, los juegos, las farsas, los espectáculos, los gladiadores, los animales feroces, las medallas, los cuadros y otras drogas similares eran para los antiguos el cebo de la servidumbre, el precio de su libertad, los instrumentos de la tiranía. Los antiguos tiranos utilizaron estos medios, estas prácticas y estas atracciones para adormecer a sus súbditos bajo el yugo. Así, el pueblo, embrutecido, encontrando hermosos estos pasatiempos, entretenido por un vano placer que pasaba rápidamente ante sus ojos, se acostumbró a servir tan ingenuamente (y peor aún) como niños pequeños que aprenden a leer viendo las brillantes imágenes de libros coloridos. “Los tiranos de Roma recurrieron también a otro medio: hacer frecuentemente fiestas en las decurias públicas, engañando lo mejor que podían a este sinvergüenza que se entrega al placer de la boca, más que a cualquier otra cosa”. El romano más sensato e inteligente no abandonaría su plato de sopa para recuperar la libertad de la República de Platón. Los tiranos repartieron profusamente una cuarta parte de trigo, un sesteiro de vino y un sestercio y luego fue doloroso oírles gritar: ¡Viva el Rey!
Los imbéciles no se dieron cuenta de que estaban recuperando sólo una parte de lo que era suyo, y que incluso la parte que recuperaban el tirano no podría dárselas si no se la hubiera quitado primero a ellos mismos. Aquel que hoy tomó el sestercio y se atiborró en el banquete público, bendiciendo al día siguiente la generosidad de Tiberio o de Nerón, obligado a abandonar sus bienes a la codicia, sus hijos a la lujuria, su propia sangre a la crueldad de aquellos magníficos emperadores, dijo sin palabra, mudo como una piedra e inmóvil como un tronco. “Los ignorantes siempre han sido así: se entregan apasionadamente a placeres que honestamente no pueden recibir, y son insensibles al error y al dolor que no pueden soportar sin degradarse.”
“Los primeros reyes de Egipto nunca aparecían en público sin llevar a veces un gato, a veces una rama, a veces un fuego sobre la cabeza, y de esta manera se disfrazaban y se hacían pasar por magos” . Con estas extrañas formas, inspiraban cierta reverencia y admiración en sus súbditos, quienes sólo deberían reírse y burlarse de ellos, si no fueran tan estúpidos o sumisos. Es verdaderamente lamentable saber cuántas cosas utilizaron los tiranos del pasado para consolidar su tiranía, y cuántos medios mezquinos utilizaron, encontrando siempre al pueblo tan bien dispuesto hacia ellos que caían en sus redes aun cuando apenas sabían cómo hacerlo. para configurarlo.. “Siempre les resultó fácil engañarlo y nunca lo sometieron mejor que cuando más se burlaban de él”. "Los propios tiranos pensaban que era extraño que los hombres pudieran tolerar a cualquier hombre que los maltratara". “Por eso se cubrieron voluntariamente con el manto de la religión y, si era posible, querían tomar prestada alguna muestra de la divinidad para mantener su vida malvada”.