No todos los amigos pasarán para quedarse, al menos no fisicamente. Un amigo tiene una presencia que trasciende al verbo estar, pero no al ser.
Y por eso mismo me siento con un sabor a pérdida, porque Enzo en poco tiempo se irá, se irá de mi y mi hermana. Le tocará cambiar a otro hogar y, muy probablemente, no me lo volveré a cruzar nunca más, en la vida.
¿Alguna vez se percataron de eso? El no volver a ver a un ser otra vez nunca más. ¿Cómo se deberá sentir eso?
De todos modos, no quería llegar a eso, sino a que el hecho de saber sobre una pérdida en el estar pero no el ser, me deja un sin sabor. Pero me recuerda también que uno, generalmente, “no mata” a las personas cuando estas desaparecen, al contrario, lo que realmente quedará viva de ellas en nosotros, es su esencia, lo que vino a transmitirnos y mostrarnos con su presencia, estando presente en la esencia.
Enzo, aunque dentro de poco no te volveré a ver nunca más, y ambos lo sabemos, te agradezco por enseñarme a amar a una especie de ser hermosa. Ahora entiendo por qué el perro es el mejor amigo del hombre. |