El Anciano
Un final abierto, un enigma por resolver.
Como una caprichosa hoja de otoño caída de algún árbol, Amarillenta y ajada , la pagina de aquel diario abrió las herida en las temblorosas manos de aquel anciano que parecía no querer recordar, sin embargo todo estaba allí, en un reportaje realizado por un periodista que preguntaba a Don Gregorio que había sido de la investigación de su hija después de veinte años, a lo que el hombre paso a contarles los acontecimientos de aquella época
La bella joven era estudiante de abogacía. Amada por sus compañeros de facultad y de amigos de toda la vida.
Aquel día de abril la joven no regreso y Don Gregorio vio como llegaba la tarde, y también la noche y así paso la vida con investigadores que no encontraban nada, con compañeros que declaraban haberla visto por última vez salir de la facultad.
Después llegó aquella odiosa pregunta, como era la vida de la joven, entonces Don Gregorio se ofendió mucho, porque su hija era transparente, ni novio tenía. A su lado su esposa guardaba silencio, nada decía.
El tiempo transcurrió, Don Gregorio se fue apagando , su esposa la que nada decía, guardó silencio.
Han pasado tantos años y de la joven nada se supo, ya ni siquiera es un recuerdo.
Ahora el anciano sale al jardín. El hombre médico de profesión , su vida apagada rosa los noventa. Llega al lago que adorna la mansión. Ahora está sucio, abandonado, huele a podrido, . Estruja el diario y lo arroja al agua, el agua que guarda su secreto. En las profundidades se encuentra la joven estudiante de abogacía, la que don Gregorio espero un día d abril. Mientras su madre guardaba silencio. |