La noche a veces, es un cautiverio
Que no permite hablar de melodía
Soy el poeta que en el cementerio
Entierra un verso viejo, cada día
La luz en las cortinas ha cambiado
No tiene el grito ya, de la alegría
Soy el poeta que le ponía ebrio
La mezcalina de su poesía
La mañana transcurre circadiana
Autómata y ajena a los relojes
La poesía, lloró en la mañana
Rompió el ayuno, que inauguré anoche
La tarde asoma gris, desesperante
Ludibrio escribo, poemas farsantes
Soy el poeta que envejece lento
Que añora versos, dulces, fascinantes
Cuando la noche, se monta en el cielo
Plago de cruces, al insomnio yerto
Soy el poeta que se sueña vivo
Y en estos versos, se sospecha muerto
Así que entonces, dejaré los dramas
Para la aurora azul, sin melodía
Soy el poeta que se va a la cama
Con un insomnio, nuevo en cada herida
Quiero gritar al fin, que ya te fuiste
Insomnio rancio, que ocupas mi cama
Soy el poeta, que se pone triste
Con versos necios, que escribe sin ganas.
Copyright: Ever Sangel
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