Inicio / Cuenteros Locales / Verliebt / #62
Lo cierto es que llevado por la obsesión, busque, como antídoto pruebas de tu infidelidad, una imagen de tus brazos colgados al cuello de otro, y cuando la encontré, no fui capaz de saborear su amargo sabor. Entonces en negación me fabriqué algo de duda, para torturar mis días, para compensar en algo todo el bien que había recibido de ti y el mal que yo te había hecho. El resultado, sin quererlo, fue una herida incurable, que conserva unido y a la vez dividido, la pureza de un amor eterno junto al dolor de una locura que sangra cada dia.
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Texto agregado el 29-09-2023, y leído por 77
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