Al final parte 16
Israel estuvo pidiendo algunos días en el hospital que le fueron descontados de su nómina. Eso es lo que no quería Flavio, que Israel dejara su vida por él. Fue una semana terrible. Una semana en la que Israel no se separó para nada de Flavio. Lo bañó, lo vistió, lo atendió.
Era miércoles y comenzaba a anochecer. Israel le había cambiado las sábanas y le colocó un pijama en color azul marino. Flavio no había pronunciado palabra alguna hasta que lo hizo.
-Amor pronunció Flavio en un suspiro muy suave.
-Cariño ¿necesitas algo?
-Ámalo dijo con mucha dificultad Oscar te ama.
Israel comenzó a llorar mientras lo tapaba con la cobija. Flavio tomó la mano de Israel y con dificultad le dio un beso. Israel hizo lo mismo, tomó la mano de Flavio y le dio un beso.
El jueves fue un día negro. Eran las dos de la tarde. El sol se había ausentado. Hacía frío y caía una ligera llovizna. Israel entró al cuarto, y Flavio ya no respiraba. Héctor y Clara entraron al cuarto, vieron a Israel llorando a mares junto a Flavio. Estaba hincado, desecho.
Los servicios funerarios fueron lejos de casa. Todos de color negro, con caras tristes. Muchos médicos, amigos de Héctor asistieron al funeral. Ex alumnos y compañeros de Flavio lo despidieron. Familiares y amigos estuvieron presentes. La familia de Israel no podía faltar. Apoyaron en todo momento a Israel. Nuria estaba enterada de lo que estaba pasando con Clara y su hijo, decidió intervenir.
-Hijo, Clara me dijo lo que pasó. Ella no tiene la culpa, tampoco Héctor y mucho menos Flavio. Él decidió morir así. En casa, tranquilo. No quería verte así.
-Lo sé respondió Israel secando sus lágrimas.
-Habla con ella Nuria le dijo mientras le tocaba el hombro a su hijo mayor.
Al salir de la capilla número 9 se dirigió al balcón. Ahí primero habló con Oscar y luego con su abuela.
-Amigo. Me tengo que ir. El hospital.
-Lo sé. Ve.
-Sabes que lo siento.
-Claro que lo sé. Gracias por todo lo que hiciste.
-Para eso estamos.
-Oscar. Antes de que te vayas lo tomó de la mano necesito tiempo.
-Claro. Y lo tendrás. Te quiero Oscar le dijo dándole un beso en la mejilla.
Oscar se levantó sin recibir respuesta por parte de Israel.
Atrás estaba Clara, abuela de Israel.
-Me dijo tu mamá que me querías ver.
-Ven, siéntate. Fui cabrón cuando te hablé así.
-No, hijo. Tenías toda la razón en ponerte así conmigo. Yo me puse igual cuando supe que Nuria sabía que Domingo, el papá de Emilio estaba enfermo y no me dijo nada.
Israel miró a su abuela.
-Eres increíblemente bondadosa. Ahora entiendo por qué mi papá es así. Buena persona.
Clara se levantó de la banca y regresó a la capilla. Israel tomó su celular y le envió un mensaje a Oscar con un mensaje que decía; yo también de quiero
La que también estaba afligida era Margot. La joven fue al velorio y le dejó una flor sobre su féretro mientras le decía;
-Doctor, gracias por sus enseñanzas.
Flavio decidió que sus órganos fueran donados. Se donaron; el hígado, las córneas y la médula ósea. El banco de cerebros recibió con los brazos abiertos el cerebro de un médico que entregó su vida a la de otros.
Al término del entierro, Héctor le entregó un sobre el cual contenía una carta que Flavio le había escrito cuando recién se enteró de que sus días estaban contados. Israel la guardó en su cajón. No era el momento de leerla.
Israel se encerró en su cuarto. La comida no le entraba. Sentía que un objeto estaba atorado en su garganta. Las lágrimas no brotaban. Se estaba aguantando.
Continuará
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