Chipilunga es un pueblo cercado por montañas, que conservan viva su tradición. En el noviazgo los jovenes se buscan, se enamoran y se comprometen. Una semana antes de la boda se hace la primera fiesta, cada invitado tiene que brindar con Chutil, un fermentado elaborado de una frutilla agridulce. El padre de la novia brinda con cada jefe de familia. Se baila con la musica de los abuelos. En la media noche la novia pregunta por el novio a cada invitado y ellos le responden que no lo han visto, (aunque todos saben dónde está) El padre de la novia ya tomado, le pregunta a la novia, ¿Y tu madre? Ella responde que anda buscando al novio (en realidad ella sabe dónde está su mamá)
Cuando el dia se abre, la madre se hace visible con el cabello mojado y ropa limpia. La hija lleva la misma ropa y la está esperando. Tronándose los dedos le pregunta: ¿Me caso o no me caso?
La futura suegra ha pasado la noche con el novio y como mujer tendrá que decirle a la hija si el varon vale o no vale la pena. Sucede, raras, pero sucede, que la madre y el novio se fugan en la madrugada.