Reflexiones, pensamientos y divagaciones al pasar



Brevedades — N° 10 —


Brevedades inconexas escritas en momentos de conversaciones con la vida, que muchas veces quedan inconclusas porque los tiempos del tiempo no fueron suficientes o la imaginación no dio para más, sobre todo en estos tiempos actuales en que hay que pensar en cuidarse de los problemas sociales, económicos y políticos que a todos nos tienen a mal traer.

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Los puentes y el viento

¿Con cuánto de lo nuestro hemos ensuciado los cauces y contaminado las aguas de los ríos? Ha sido tanto que los puentes ya se cansaron de contarle al viento todas nuestras miserias y traspasarle el hedor de la inmundicia humana.

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Viejo puente

Mi viejo puente sensorial, ese que no veo, pero siento.
Ese que une orillas imaginadas guardadas en la memoria
ha visto pasar sobre él, el tiempo y mis circunstancias,
al igual que ha visto flotar por el cauce que atraviesa,
riachos de aguas mansas en épocas benignas
y riadas torrentosas que alteraron romances apacibles,
transformando otoños grises en inviernos negros,
y arcoíris de primavera en ardientes calenturas estivales.

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Ciclo terráqueo

Lo que ayer fue primavera el verano lo vistió de otoño
para que el invierno pueda parir una nueva y mejor primavera,
que renueve la vida y La Tierra pueda seguir dando frutos.

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Una piel

Aunque traicionada, cuando una piel recuerda y desea el calor de la piel que se alejó, es muy difícil que el corazón pueda aplacar y detener ese deseo, aunque la razón trate de cerrar e incluso borrar todos los recuerdos.

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Riendo con tristeza

Río, río y sigo riendo, aunque el rio de la tristeza inunde las cuencas de mis ojos.
Llorar no puedo, porque de tanto hacerlo por nada, ya me olvidé de llorar por algo.
Por eso sigo riendo y riendo, aunque a veces mis carcajadas… mucho se asemejan a llanto.

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Cuento largo, resumido

Nuevas, sin una arruga, ansiosas esperaban, sábanas color grafito, que pretendían ser envoltura de romance, placer y pasión.
Los meses con sus días de otoño, invierno, primavera y… un mes… otro mes… y otro mes… esperando, pasaron y tristes se fueron.
Hoy, al comienzo de un nuevo otoño, sólo son mortaja de una ilusión que ni siquiera supo de un atisbo de pasión, en el último verano.

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Acercándonos al conocimiento


El viento no se ve, se siente
El sonido no se ve, se oye
El aroma no se ve, se huele
El aire no se ve, se respira
¿Y el tiempo?
El tiempo tampoco se ve, no se oye, no se huele ni se respira, pero se siente. Porque sin tiempo nada se sentiría, oiría, olería, mucho menos respiraría. El tiempo es eso, esto, aquello, todo e incluso nada o la nada, por lo tanto es ese algo indescriptible que nos da la sensación de existencia y permanencia, que es lo que llamamos vida. Por ende, todos los seres humanos vivimos el tiempo.

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