Gracias vida por darme el gusto.
Gracias vida por darme el tacto.
Gracias vida por darme el olfato, la vista y el oído.

Cada día agradezco de algo tan básico.
Algo que de alguna manera, me mantiene apegado
a este mundo terrenal.

A veces son los roces de la piel del amante.
A veces es la suave sonrisa de un ser querido.
También es la suave melodía de las flautas traversas
que entran por mis oídos.
Y a pesar de que a veces siento
que la vida se me derrumba por la carencia de sentido,
son los abrazos, son las canciones, son los olores,
los que me dan una razón de seguir.

La belleza de los sentidos me tienen enamorado.
Pero por mas bello que se sienta cuando te inundan,
jamás serán el antídoto para los dolores
que los mismos sentidos en nuestro ser han clavado.

Se vive combatiendo,
belleza con amargura,
lo que usted sufra con lo que usted disfrute.