Te extraño

¿Cuántas veces dije que no te necesitaba?
¿Cuántas veces quise verme en esta situación para demostrarte que puedo seguir adelante sin ti?

Muchas.

Y hoy que por fin lo estoy, siento un enorme vacío en mi pecho.
Es cierto que la vida sigue, estoy viva y continúo sin ti, tengo tiempo libre y de sobra, ya no me estreso por acomodar unas horas para verte, ya no me estreso por buscar una cita ideal, por encontrar la película perfecta, por salir temprano del trabajo y salvar ese minuto que tanto valoras.

Vivo un poco más relajada, pero sin ti.

Tus ojos mirándome por las mañanas al estar desnuda frente al espejo decidiendo mi ropa, eran lo más bonito que podía pasarme.

Los mensajes sin chiste que llegaban en cualquier hora del día se anhelan.
Sólo tú sabes bien quien soy y cuanto podíamos burlarnos de nuestro alrededor.

Las quejas formales desaparecieron, las palabras favoritas se congelaron, me dejaste dos vinos cerrados, las flores se secaron.

Guardé el playmobil y nuestras fotos del tocador. Bruce nunca llegó.

Las cortinas son tu diseño, tu pijama huele a ti, las pantuflas y tu camisa siguen aquí.
El anillo de la mujer comprometida tuve que guardarlo, porque fallé, te fallé.

Quiero que vuelvas, ¡regresa por mí!
Hicimos una promesa, si yo flaqueaba tú me guiarías y recordarías que nuestro amor puede con todo y contra todos.

Pero no me has llamado.

El cielo se pone en contra mía, nublado todos los días.
Y merezco esto, y estoy sufriendo y me estoy muriendo viva por no saber de ti, porque sé que sigues molesto y no es el momento todavía.


Te extraño, tanto o más de lo que imaginé alguna vez. Y odio decirlo, pero sí te necesito.