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Al final parte 10
Una mañana muy tranquila se convirtió en caos. Todos hablaban del tema. Israel estaba en cirugía de un paciente que había logrado bajar más de noventa kilos, era candidato para la cirugía bariátrica. Mientras Israel le engrapaba la barriga a ese hombre, en las noticias y en los grupos que tenían en redes sociales se enteraban de la noticia. Israel salió de cirugía y una enfermera le dijo que su celular no había dejado de sonar en un buen rato.
Israel vio que tenía varias llamadas de Oscar, pensó que algo grave había pasado.
- ¿Qué pasó? – preguntó a Oscar del otro lado de la bocina.
- ¿Ya viste las noticias?
-No, estaba en cirugía ¿Qué ocurre?
-Francis está detenida en la fiscalía de delitos fiscales y financieros.
- ¿Qué carajos me dices?
-Lo que escuchas. Fue temprano al salir del hospital.
- ¿Cómo es posible?
-En el grupo de la universidad todos ya lo comentaron.
-Fue ese cabrón – dijo Israel culpando a Gabino.
-Ella se lo buscó – Oscar estaba molesto con su exnovia.
Israel llamó a Fabricio el tío de Flavio para que ayudara a Francis. El abogado tomó el caso que no era muy sencillo.
Dos días después, todos ya se habían enterado de que Francis estaba detenida por fraude. Fabricio al salir de la fiscalía habló con Oscar y con Israel sobre la situación de Francis.
-La situación de Francisca Joya no es fácil. Está acusada de un delito grave y de una falta.
- ¿De qué hablas?
-La primera y principal es el delito de fraude. Está acusada de clonar tarjetas en un centro comercial como en el hospital en el que trabaja.
- ¿Y la otra? – pregunta Israel.
-Tiene una multa por mantener relaciones sexuales en varias ocasiones en un parque.
- ¿Qué? – Israel sorprendido.
-No lo puedo creer – soltó Oscar – ¿en qué se convirtió esa mujer?
-Gabino Rueda también está detenido.
- ¿Qué pasará con ella? – preguntó Israel.
-Primero tendremos que armar la defensa. Juntar las pruebas, verificar que la carpeta de investigación esté correcta. Y que Francisca reciba una sentencia justa.
- ¿Cuánto crees que le den?
-Por lo del parque no pasará de una multa de menos de ochocientos pesos, lo que le saldrá caro es el fraude. Será la reparación del daño y por lo menos de diez a trece años de prisión.
-Entiendo – Israel respondió serio – hablando de otra cosa – ¿tú sabes algo de Flavio?
-No ¿Por qué?
-Pues se supone que está en Suiza en la dirección de un hospital.
-No lo sabía. Hace poco hablé con mi hermano Héctor y no me dijo nada.
-Está bien, no te preocupes.
Francis fue trasladada al mismo penal en que estaba Cintia, la mamá de Oscar. Francis al igual que Gabino fueron sentenciados. A Gabino le dieron diecisiete años de prisión. Los delitos eran tentativa de homicidio en contra de Elena e Isabela. El delito de fraude. Mientras que Francis estaría doce años en prisión. Su cédula profesional como médico estaba comprometida y seguramente no podría ejercer su carrera.
Cuando Cintia se enteró de la sentencia de Francis, no dudó ni un minuto en ir a verla.
-Me lo merezco – dijo Francis teniendo enfrente a la mamá de su exnovio.
-No te culpes. Eso no te servirá aquí. Yo lo viví. Estuve en tu lugar. Yo hice lo mismo por un hombre.
-La gente debe odiarme. Fui una idiota.
-No digas eso. Sé cómo es la vida en la cárcel y vas a necesitar mucha garra para sobrevivir – le aconseja Cintia - La próxima semana vendré. Te traeré ropa, dinero. Lo vas a necesitar.
-Mis libros de medicina.
-Claro. Yo te los traigo. Ya hablé con las custodias. Estarás bien.
-Gracias ¿y Oscar? – Francis preguntó por su exnovio.
-No quiere verte. Trataré de convencerlo para que venga.
-No lo obligues. Me merezco su odio y repulsión.
Cintia llegó a casa y Oscar la esperaba antes de irse al hospital, le tocaba guardia.
- ¿De dónde vienes? – le pregunta Oscar.
-Si ya sabes ¿para qué me preguntas? Está muy mal.
-Se lo merece – Oscar responde serio.
-Le voy a llevar dinero, ropa. Me pidió unos libros de medicina.
- ¡Ay por favor, mamá! libros de medicina – Oscar dice con ironía.
-No hables así de ella.
- ¡A esa pendeja le importó más el puto dinero que salvar vidas!
-No voy a permitir que hable así de ella. Yo estuve ahí. También caí en la trampa.
-No la defiendas, mamá. Ella sabía perfectamente lo que estaba haciendo.
Desde ese momento, Cintia no deja de visitar a Francis en el penal.
Continuará…
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Texto agregado el 12-08-2023, y leído por 68
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