he tocado los pies del maestro... mis ojos no podían mirarle pero si sentía su presencia que hacía vibrar toda mi alma como si fuera un fuego hermoso...
para eso vine al mundo?, le pregunté a aquella presencia...
y de que puedo decir?... escríbeles de nuestro amor que todo lo perdona y agradece... que todo lo soporta y nada le pide...es así como puedes vivir en paz...
el maestro se alejó y pude levantar mi mirada y estaba en mi cuarto, arrodillado y mirando la pared sin mas nada que una serie de fotos de mi familia...
me bañé y aunque era de noche, salí a la calle... cogí unas hojas y las repartí a quien deseaba recibirlas... al quedarme sin nada, volví a casa...
ya era temprano y aunque tenía responsabilidades, me tiré al piso y por primera vez empecé a reí de felicidad...
nunca mas he vuelto a mi casa... tan solo cogí lo que tenía puesto y salí con las manos abiertas y con un mensaje en mi corazón que empezaba a quemar más y más...
luego, el tiempo pasó y no recuerdo no sé dónde estoy, pero me siento feliz al haberme liberado de tanta carga... y aunque no tengo para comer ni donde dormir, siempre encuentro un alma que me cobija y me da alimento y un techo donde dormir...
seguramente muy pronto moriré, pero, habrá valido la pena... le di sentido a una vida que como un mosquito volaba de aquí para allá de acuerdo sea el viento... mas ahora tan solo sé dónde ir...