Poema
Dilema
¿Qué te puedo dar?
Me pregunto y no lo sé.
No tengo bien material, ni nada para dejar.
¿Qué te puedo dar?
Me vuelvo a preguntar.
Soy ignorante, de saber poco y nada puedo ofrecer.
¿Qué te puedo dar?
Ya no se ni que pensar.
Quisiera ser ejemplo, pero entre cientos, poco soy.
¿Qué te puedo dar?
Ya no voy a preguntar.
Al fin tengo claro lo que haré.
Voy a responder, pues ya sé, que te puedo dar.
Te daré mi risa, para que alegre tu camino.
Te daré cariño, para que venzas las tristezas.
Te daré silencio, para escuchar tus desventuras.
Te daré mi voz para que expongas tus razones.
Te daré paciencia, para enfrentar dificultades
Te daré bríos, en los momentos de flaqueza.
Y te daré la calma, en los días de viajes tormentosos
Te daré mis manos, para que estreches la amistad.
Te daré ideas, para que construyas tus proyectos.
Te daré mis brazos, para que sean tus palancas.
Te daré mi aliento, para que enfrentes todos los eventos.
Y te daré mis hombros, como oasis de descanso.
Creo que es poco, pero todo eso te daré.
¡Aaah! Me olvidaba, algo más te voy a dar.
Te daré el vino que guardo en la cava del caudal espirituoso,
para que en los momentos de descanso, juntos saciemos la sed.
Esa sed que se acumula en el andar presuroso de caminos
que el tiempo, planeados o no planeados, pone en nuestros pies.
Incluido en libro: Páginas al viento
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