No te quedes retenido en el pasado
que vas a llegar tarde al futuro.
Anónimo indolente
Opus 1: Fatigado recuerdo
Qué mundo es este que me lleva hacia el olvido,
sí a mí todo me devuelve a tu longinqua memoria,
desatino es querer aceptar que tú ya te has ido,
no quiero que la distancia me sea tan distante,
que deba aceptar impenitente la más dura partida
Opus 2: Llama viva
Esa la luz del final del túnel quiere cambiar tu luz,
aceptar que lo pasado ya pasó y hemos de seguir
seguir adelante es un paso atrás; es indolencia,
regreso sin vuelta es la aceptación de la tragedia,
es lo que se espera después de la desesperación.
Opus 3: Desacertada lógica cabal
No quiero aún esa lógica que ordena el mundo,
el abrazo, la palma en mi hombro o esa mirada,
esa lastima que se reinventa ahora en el silencio,
gesto de una crédula incredulidad, en lo inefable,
catalogadas palabras de un fúnebre diccionario
qué siempre sabe lo que decir ante la desdicha,
alivio general para tan abstruso dogmático sueño.
Opus 4: Peniténcia
Ninguna lapidaria sentencia me traerá consuelo,
el tiempo de la memoria no sigue un curso normal
la herida siempre abierta que supura eterno dolor,
esa penitente pena que aceptamos tenazmente,
celebrada angustia que mantiene viva esta coita
que perennemente pone sus huevos en la llaga.
Opus 5: La tierra de nadie
Cuando perdí la tierra que siempre me unió a ti,
el suelo compartido que pisabamos solo los dos,
se apagó el farol que me guiaba hasta mi mismo,
elo y consuelo para la más amarga incompletitud,
sin respuesta en un barro que ya no reconozco,
camino siempre guiado por tu ausencia presente.
JIJCL, 2 de agosto de 2023.
Diez años sin madre.
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