Noches interminables de luna solitaria,
duendes que se escapan con risas traicioneras.
El rocío nocturno empapa sin clemencia,
bajo estrellas titilantes en aparente ausencia.
Sueños que se desvanecen en la quietud profunda,
mientras la noche oscura su manto negro extiende.
Y el alma en vela aguarda que llegue el nuevo día
con los primeros rayos que el horizonte envía.
Texto agregado el 01-08-2023, y leído por 92
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