MADRUGADA Sangraron mis manos y mi voz. No quise escucharte, se rompió mi oído Como el vaso entre mis dedos. Eran las últimas luces del alba, cerré mis ojos para no ver el brillo de la luna que quiso cubrir mi cabeza rota. El viento se detuvo, no quise escuchar tu nombre ya era demasiado tarde cuando sonaron para mí las trompetas del apocalipsis. FATAMORGANA Patricia Lara Arriagada 30 -07 – 2023
Texto agregado el 31-07-2023, y leído por 156 visitantes. (5 votos)