No fueron muchos tus besos,
pero agradezco lo mucho que se sintieron.
No fueron muchas tus caricias,
pero agradezco la ternura auténtica de ellas.
No fueron muchas mis idealizaciones,
pero agradezco, que nunca se hayan salido de control.
"Adiós", es la palabra que me condeno a decir,
y sé que en algún momento,
mi condena no voy a querer cumplir.
Pero esta vez deseo pagar,
por los años que me han tenido mal,
por la locura que me ha llevado a parar
a los rincones mas oscuros de la ingenuidad,
de la inocencia, y de la intensidad
que hay cuando se desea amar.
Por eso agradezco tu compañía haber tenido,
tus palabras haber escuchado,
tu cuerpo haber abrazado,
y tu amor haber recibido.
Es ese amor el que quiero que no se nos muera,
y que tampoco se nos descontrole.
Quizás por ello también escapo,
cobardemente sin poder hacerme cargo.
Quisiera saber, cuál es la sorpresa ahora,
pero no quiero sufrir sabiendo
que para que lo dulce de esto quede "bien preparado",
mucho tiempo tendré que haber esperado.
Me sé mas paciente, pero menos persistente.
Me comienzan a agradar los caminos largos.
Mas, no quiero caminar uno
que creo ya haber caminado por años,
y en donde tantos pesos
siento haber cargado.
Me despido atentamente,
esperando volver mas tarde que temprano,
y espero que las lágrimas no sean suficientes
para apagar el fuego que traigo entre mis manos. |