El último beso. Reflexión.

Los tiempos cambian, no es lo mismo vivir en este siglo, con todo lo que en él se encuentra, nueva tecnología, en fin, todo lo que no había en siglos pasados, hace que la gente cambie, no puedo decir si para bien o para mal, sólo que hay que acostumbrarse y aprovechar lo bueno y seguir adelante.
Pero, esto no se trata de tecnología ni nada que se le parezca, me voy a trasladar en el tiempo, muchos años atrás cuando era una muchachita de trenzas largas y muy ingenua.
Por aquel entonces, las niñas de trece años, aún eran niñas para sus padres, aunque todas sabíamos que ya nos sentíamos unas señoritas y es cuando los sentimientos de enamoramientos surgen y comenzamos a pensar en aquel galán de cine de moda.
Ir al cine era lo máximo, por supuesto, siempre con amigas a ver la última película romántica y al terminar la película, a soñar con el último beso dado por los actores, que nos parecía que lo recibíamos nosotras. La película siempre terminaba con un último beso, apasionado y tierno que nos hacía flotar en una nube.
Hoy, cuando oigo a las chicas de trece años hablando, no sé si reírme o sentir lástima por ellas, todas con sus celulares, sus computadoras y sin una amiga verdadera. Lo virtual es lo esencial para ellas, pero cuidado, no voy contra nada de eso, simplemente pienso que les han quitado aquello tan hermoso que sentíamos, que ya no se ilusionan con aquel beso soñado, ni con el actor de moda como lo hacíamos nosotras, ya no hay con quién compartir aquellos sueños porque las amigas, las verdaderas, aquellas que estaban presentes para cualquier cosa que necesitáramos, esas sólo las ven a través de una cámara. Y muchas veces sin conocerlas.
No me quejo, también tengo muchas amigas y amigos virtuales, pero por supuesto ya pasé mis trece años, los que viví intensamente y a mis quince años llegó el amor de mi vida, el hombre con el que compartí la vida entera.
Cuando veo a mis nietos más chicos y me doy cuenta de que con un añito manejan el celular como un adulto, me da tristeza que crezcan tan de prisa y que no se den tiempo de tener aquella inocencia porque sin que se den cuenta les llegarán los años y quizá ellos también se entristezcan.
Omenia
16/7/2023