Estaba aún en esos momentos, cuando el sueño todavía se enreda en los cabellos...
Esos que transforman en cristales nuestros ojos, al viajar de una a otra dimensión.
Aún suspendida en el éter, con la mente repleta de diálogos y movimiento, de imágenes reales o fortuitas, tantos y tantas, que más tarde me pregunté si lo que sentía era un sueño inmerso en el consciente, o la imaginación navegando lentamente, entre misteriosos ramalazos de luz y sombra.
Pero hubo otras veces, cuando los cuerpos sutiles no llegaron a ensamblarse, cuando faltó que se acoplen en armonía, que me incorporé y caminé y actué, sabiendo que una parte -una parte importante– quedó dando batalla en un barco pirata, o cayó seducida ante un extraño que pasaba. En tales casos si te acontece igual, sugiero que procedas sin darle importancia. Ya se reintegrará a su tiempo, cuando finalice el viaje. Mientras tanto, en este momento sacudo mis cabellos, mientras veo caer frases, letras, caireles de colores y odaliscas.
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Para quien guste, tengo varios mini cuentos, poemas y cuentos en general, en mi página anterior de MujerDiosa. Por supuesto también aparece la infaltable Señora D, ay esta mujer!
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