Habitual amiga de la noche
dice ella son ya memorables
sus filosofales coloquios
con la luna y las estrellas.
Proclamábase dueña absoluta
del río, de la uva y del viento
de los grillos y de los claveles,
habitando una vieja covacha
donde una balsa era su cama,
en su serena y tierna locura.
No era el intrépido trompo
tampoco la estoica pelota,
sin duda para los niños
era ella su juego favorito.
Aguardaban con fervor
sus paseos dominicales
para bombardearla a punta
de cáscaras podridas y barro.
Nada había más emocionante
que escapar de los correteos
de la furiosa y herida orate.
Se fue un buen amanecer...
nadie jamás supo a dónde
cuando zarpó urgida
sobre su fraterna balsa
soplada por su fiel viento
devorando su sabrosa uva
rodeada de sus claveles
y abrazada de sus grillos,
feliz en sus inocentes desvaríos.
¿Qué abatió su juicio
para disputarle a Dios
la Creación de la Vida?
Texto agregado el 13-07-2023, y leído por 139
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
14-07-2023
Todos hemos visto en nuestros barrios a una Antoneta o Antoneto y siempre la reflexión de cómo será ese mundo, serán felices al estar alejados de todo lo que a los otros les interesa, sus preocupaciones serán distintas? El mundo exterior cielo inmenso a su disposición o mar o río será su refugio? Triste siempre la sensación para nosotros. jdp
14-07-2023
Un texto triste, donde la locura quizá fuera el mejor escape o mundo de esa criatura llena de sueños y desvaríos. maparo55
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login