Al final parte 4

Emilio pensaba en todas las posibilidades. Israel estaba sentado en las escaleras cargando al pequeño Abraham y Camila, después llamó a su novio y a Oscar para avisarle lo que pasaba. Francis tenía muchísimo trabajo en el hospital. Todos estaban preocupados por lo que sucedía.
-Comencemos por la localización del celular de su madre – dijo el policía.
El informático no encontró nada. El celular estaba sin pila.
Los vecinos aseguraban que no habían visto nada.
Toda la noche intentaron buscar una alternativa para encontrar a la maestra, pero nada.
Los policías seguían en casa de los Quintana Escalante. Israel llamó al hospital para avisar que no se presentaría a trabajar.
La ineptitud e inexperiencia de los policías entorpecen la búsqueda de la mujer.
Mientras que la familia sufría por Nuria, la mujer estaba en un lugar horrible, en una situación de riesgo.
-Déjame ir, Enrique ¿Qué ganas con tenerme aquí?
-Cállate y traga – le dijo el tipo.
- ¿Qué quieres de mí? ¿Dinero? ¡No tenemos!
-Eso es lo de menos. Te quiero a ti. Quiero ese cuerpo para mi solito.
-Déjame ir. Te prometo que no diré nada. Vete, huye.
- ¡Claro! Por supuesto. En este momento me largo – se burló - ¿eres tonta? – la tomó por el cabello – quiero que te calles y tragues – le gritó Enrique - Tienes que estar hermosa para nuestra boda.
Enrique decidió no esperar más y llevar a cabo su tan deseado plan, casarse con Nuria, la mujer que algún día rechazó años atrás. Le desató los brazos y las piernas para ponerle el vestido que por supuesto no le quedaba.
- ¿Qué haces? – preguntaba ella.
-Pronto serás mi mujer. Nos casaremos y seremos muy felices.

Del otro lado de la ciudad, la familia seguía angustiada hasta que a Israel se le prendió el foco.
- ¡Pero claro! – Israel se levantó de las escaleras.
- ¿Qué pasa? – preguntó Emilio.
-Mi mamá no llevaba el teléfono, pero tiene el reloj inteligente.
-Perfecto – respondió el policía. Al idiota no se le había ocurrido antes.
El informático, otro estúpido, pudo localizar la ubicación de Nuria mediante el reloj inteligente.
-Están en el bosque de Santa Rita.
- ¿Santa Rita? Está del otro lado de la ciudad – Emilio exclama.
-Preparen al cuerpo de rescate.
El policía y los otros dos hombres salieron rumbo al lugar.
-Yo voy. No pienso dejar a mi esposa ni un minuto.
-Usted se queda aquí – le advirtió el policía.
Uno de los policías dejó un radio en la casa sin darse cuenta. Emilio lo tomó antes de que regresaran por el aparato.
Elena la mamá biológica de Israel al igual que su abuela estaban enteradas de lo sucedido con Nuria. Isabela estaba angustiada porque sabía la verdad, pero no podía decir nada porque eso no le corresponde a ella.
Mientras todos esperaban noticias, Emilio salió de la casa sin que nadie se diera cuenta con el radio en mano y tomando las llaves de su automóvil. Unos minutos más tarde Israel se dio cuenta que su padre no estaba en la casa. Se quedó inquieto por lo que estaba por hacer su padre.
Clara llegó a la casa. La abuela estaba preocupada por su nuera, intentó calmar a su nieto Alex mientras Oscar llegaba a la casa de su amigo.

Camino a Santa Rita el informático dijo que el localizador se movía de lugar. Estaba a unos diez kilómetros del lugar.
Enrique llevó a Nuria a un lugar solitario lleno de árboles.
-Ven amor. Dile al padre que nos casaremos.
Frente a ella estaba un maniquí vestido de sacerdote.
-Vamos a casarnos y seremos felices – dijo el loco.
Enrique a la fuerza besó a Nuria. La tiró al suelo y pretendía hacer cosas con ella hasta que llegó Emilio.
Emilio manejó lo más rápido que pudo escuchando lo que los policías decían por el otro radio. Los policías tomaron el camino largo. Emilio tomó el camino más corto. Es el camino al panteón donde estaba enterrado su papá. Se sabía el camino de memoria. Bajó el automóvil dejándolo encendido.
-No toques a mi mujer – dijo Emilio.
- ¡Lárgate! Ella es mía.
Emilio no permitió que Enrique continuara con lo que pensaba hacer. Se les fue a los golpes. Los dos hombres forcejearon. Emilio esquivó los golpes mientras que Enrique quedó noqueado en el pasto. Nuria y Emilio corrieron no muy rápido hasta que Enrique tomó su arma y con mala suerte apunta hacia ellos y logra dispararle a Emilio.

Continuará…