Al final parte 3
Alex miró el reloj. Su mamá tenía más de tres horas fuera de la casa. Solo iría por unos plátanos al mercado. Le llamó por teléfono, pero no contestó. Algo andaba mal. Le llamó a su papá, pero estaba muy ocupado. Le llamó a Israel.
-Hermano dijo Alex del otro lado de la bocina.
- ¿Qué pasa?
- ¿Estás ocupado?
-No. Dime. Ya salí de cirugía ¿Todo bien?
-Mi mamá salió al mercado y no ha regresado.
-Talvez se encontró a alguien.
-Salió por unos plátanos, hace tres horas.
- ¿Tres horas? pregunta el médico.
-Sí. Y no me responde el teléfono. Le llamé a mi papá, pero está muy ocupado.
-Comprendo. Voy a intentar localizarla y te regreso la llamada.
-Está bien respondió Alex.
Israel estaba preocupado por su mamá, efectivamente no respondía el teléfono. Salió del hospital para dirigirse a su casa. Fue al mercado y nadie la vio ese día. Ni los vecinos.
Nuria despertó en un lugar maloliente en una zona industrial.
- ¿Qué me pasó? preguntaba con dificultad.
-Hola, mamacita se escuchó decir detrás de ella.
- ¿Quién eres?
- ¿Ya no te acuerdas de mí? Soy tu maestro favorito.
El hombre se colocó justo delante de ella.
- ¿Enrique?
-Claro. Sé perfectamente lo que hiciste.
-Te lo juro que no fue mi intención le explicaba Nuria pensando que se refería a Fabiola López y el incendio.
-Sé que le diste malos consejos a Lucy por eso se quiso revelar por eso ahora está muerta.
- ¿Qué? preguntaba Nuria. Estaba confundida. Todo ese tiempo Nuria pensaba que Enrique sabía todo lo de la muerte de la amante de su padre, pero no era así. El hombre se refería a Lucy, la maestra de la primaria en la que estudió Alex.
-No tenías que meterte entre nosotros. Éramos felices.
Nuria sintió alivio porque Enrique no sabía nada, pero ahora estaba secuestrada por un loco prófugo de la justicia.
-No me hagas nada, te lo pido por favor le imploraba Nuria.
-Eso ya lo veremos.
Enrique le colocó un trapo en la boca. La mujer tenía atadas las manos y los pies.
Emilio llegó a la casa y se enteró de lo que había pasado. Nuria ya tenía ocho horas desaparecida. Emilio llamó a la policía, algo pasaba con Nuria. La patrulla tardó en llegar muchas horas.
Cuando los policías llegaron a casa de la familia Quintana Escalante fueron todo menos eficientes.
- ¿Quién fue el último en verla? preguntó el oficial.
-Yo responde Alex.
- ¿Qué pasó? ¿Me quiere contar?
-Mi mamá dijo que tenía antojo de un licuado de plátano. Fue al mercado por plátanos. Yo me ofrecí, pero me dijo que ella iba.
- ¿Con regularidad, su mamá sale?
-Pues no. Hace dos años que mi mamá no tiene trabajo. Es ella la que va al mercado porque dice que así se siente útil responde Israel.
-Bien. ¿Qué más pasó? preguntó el oficial mientras continuaba tomando nota.
-Me dijo que me quedara con los niños, que ella no tardaba. Y ya no regresó. Le llamé a mi papá, pero estaba ocupado, llamé a mi hermano mayor y fue cuando él llegó.
-Entiendo. ¿sospechan de alguien?
Por la cabeza de Emilio pasaron muchas personas. Gonzalo, el hermano de Nuria, Roberto su padre, la hija de Fabiola o Enrique.
-Pues
la verdad es que mi esposa no tiene enemigos Emilio mintió.
- ¿Seguro?
-Sí Emilio responde inseguro.
Continuará
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