Cuando nos aventuramos En esa deliciosa muerte Que fue morir de amor Rompimos las paredes… Se empañaron las estrellas Y el infinito, eran colores en el vientre… El tiempo era un puente que se extiende De mis ojos a tus ojos De mi boca a tu sonrisa Y viceversa… Como hoy y como siempre Navegamos en un sueño, Donde las palabras van y vienen… Cargadas de constelaciones y deseos Que no mueren. Solo arden y germinan Y luego, sobreviven a su dulce muerte en el amor.
Texto agregado el 13-06-2023, y leído por 124 visitantes. (3 votos)