Al final parte 1
Dos años después….
Camila ya había cumplido siete años, Nuria le había explicado por qué tenía dos hermanos mayores que ella. Israel la tenía muy consentida, le daba todo.
Un día de regreso a la casa, el joven médico caminando por la calle porque ese día su automóvil no circulaba, se encontró a la bruja, amiga de su abuela Clara.
-Hola – dijo la bruja saliendo de la nada.
-Señora ¡qué susto! – exclamó el joven médico.
- ¿Vienes del Hospital?
- ¿Qué quiere? – Israel pregunta molesto.
-Lo vi en las cartas. Pronto vendrá la desgracia a tu vida.
-Sabe perfectamente que no creo nada de esas cosas.
El joven se fue.
-Pronto vendrá la desgracia a tu vida – dijo otra vez la bruja.
Aquella noche estaba pactada para hacer el espectáculo. Israel se preparó en su casa, se bañó y se perfumeó. Los cuatro amigos estaban en el departamento de Flavio. En el sorteo salió “Flavio y Francis” , “Israel y Oscar” la dinámica era “libre”. Flavio lo hacía con Francis en la cama, Oscar e Israel cogían y gemían de placer de pie. Se besaban, se acariciaban, follaban increíblemente apasionadamente. Estaban conectados. Eran besos intensos, calientes, combinaban sus lenguas. Se mordían la piel, se mordían el labio de deseo.
De reojo, Flavio los miraba desde la cama mientras cogía a Francis. Ella estaba aburrida de lo mismo. Ya no le satisfacía estar con los tres al mismo tiempo o con cada uno. Ella quería más emoción.
Flavio ya había terminado, Francis dormía en la cama. El experimentado médico se levantó de la cama y por el filo de la puerta vio cómo su novio y Oscar jugueteaban en la sala del departamento. Seguían los jueguitos candentes, ardientes de pasión. Los dos desnudos se metían mano por todos lados mientras el otro los miraba en la oscuridad. Los dos jóvenes se besaban y reían por nada.
Mientras Israel la pasaba increíble especialmente con Oscar, Nuria su mamá no la pasaba bien. El miedo la acechaba todo el tiempo. Miraba por la ventana pensando que Enrique estaba en la puerta. En las noticias habían dicho que el hombre se había escapado. Pero lo que le preocupaba era esa nota que recibió hacía dos años “sé lo que hiciste” ¿Cómo Enrique sabía lo de Fabiola o lo del incendio? Era imposible que lo supiera.
Nuria por las noches se levantaba de la cama porque no podía dormir, el recuerdo de la muerte de Fabiola López y el incendio la perseguían todo el tiempo.
-Mamá ¿estás bien? – le pregunta Alex.
-Me espantaste ¿Qué haces levantado a esta hora?
-Tengo sed – respondió el joven.
-No puedo dormir. No quiero despertar a tu padre.
Mentira, todo eso era una vil mentira.
Israel pasó la noche en el departamento de su novio y con sus dos amigos. Después de cenar pasadas las dos de la mañana los dos jóvenes, Israel y Oscar durmieron en el otro cuarto, abrazados, desnudos y bien conjugados el uno con el otro, antes de dormir se besaban tiernamente en la cama, los dos sentían cosas desde hace muchos años.
Continuará…
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