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Somos fuertes parte 29

-Entonces, tu hermano será padre – le comenta Elena.
-Sí. Eso es un golpe para mi mamá porque ella es la coordinadora de la escuela para padres y trabaja con adolescentes.
-Nadie nace sabiendo ser padre. Ponte en sus zapatos.
-Estamos disgustados.
- ¿Razón?
-Alex explicó que encontró unos preservativos en el piso y eso usó. Pero yo sé que cuando fuimos a la playa, mi amiga Francis despertó algo en Alex. Él nunca había visto una joven, así como ella.
-Esa tampoco es una razón. No todos los adolescentes tienen el mismo despertar sexual. Pudo ser otra chica, otra la razón. Más bien, aquí tu mamá se desquitó contigo. Alex está en una edad en la que es normal tener esa curiosidad por el sexo. Algo trae tu mamá.
-Está bien, no te preocupes. Ya hablaremos ella y yo. La conozco y no soportará y me buscará en el hospital. No le gusta estar disgustada conmigo – explicó Israel.
Cuando vio a su hijo salir por la puerta de la casa le recordó cuando ella lo vivió. Se estaba comportando igual que su madre, una madre incomprensiva. Una madre con la que no se podía hablar, una madre que maneja a su antojo la vida de sus hijos.
Habló con Elena. Ella le dijo que su hijo estaba bien, que estaba enterada de lo que había pasado. Y le recomendó hablar con él.
Alex estaba metido en un problema y se sentía culpable. Nuria aterrizó y habló con él.
-Ven hijo, tenemos que hablar.
-Soy mala persona ¿verdad?
-No, hijo. Claro que no eres malo. Yo misma dije que tienes derecho de ejercer tu sexualidad libremente. Pero con responsabilidad. Mira, ya pasó. Ahora, lo que nos resta es que sigas con tus estudios. Tu padre y yo te apoyaremos en todo. Tienes una gran misión. Ser un excelente profesionista y un padre excepcional.
-Israel se fue por mi culpa.
-No, él tiene que convivir con Elena. Ella es su madre biológica.

Ahora necesitaba hablar con Israel. El menos culpable.
Sentada en la sala de espera se encontraba sentada. Sabía que en algún momento el joven saldría del consultorio. Una mujer de la tercera edad exigía tener consulta con él.
-Óigame – le reclama la señora – aquí me están cambiando al médico.
-Sí – le confirmó la enfermera.
-Yo no quiero que me dé consulta otro médico. El único médico que me atiende bien es el doctor Israel Escalante.
-Lo siento, señora. El doctor Israel tiene muchísimo trabajo. Y a las seis tiene cirugía.
-Ash ¡cómo es posible!
Nuria se levantó de la silla y se dirigió al elevador. Israel salió del consultorio y vio a su madre de lejos. De inmediato fue a verla.
- ¡Mamá! ¿estás bien?
-Sí – dijo la mujer.
-Tienes mucho trabajo.
-No.
Fueron al jardín del hospital exclusivo para los médicos.
-Ay, hijo. No sé ni por dónde empezar. Me desquité contigo. Soy la peor de las madres.
-No digas eso. Eres una gran madre.
-No debí juzgarte. No debo meterme en tu vida y menos sexual. Me estoy comportando como mi mamá.
-Para nada.
Israel abrazó a su madre.
-Perdóname.
-Yo no tengo nada que perdonarte, mamá. Ya te dije que eres una gran madre. Simplemente que en ese momento estabas muy enojada. Y te entiendo. En todo caso la culpa es mía por no tener cuidado. No volverá a pasar. Te lo prometo.
-No quiero que esto te afecte. Mira, tu vida sexual es tuya, yo no debo meterme. Me tranquiliza que te cuides. ¿Cuándo vas a regresar a casa?
-El domingo saliendo del hospital regreso a casa.

Dos meses después comenzaron las habladurías en la secundaria. Todos sabían que Nuria sería abuela porque la joven asistía a la preparatoria ya con una barriga pronunciada. El mismo padre de Mireya se había encargado de asegurar que el padre de esa criatura era el hijo de Nuria.
Los padres de familia de la secundaria no estaban contentos con ello. Y buscaron por todos los medios sacar a Nuria de la secundaria. No les parecía correcto que una maestra viniera a hablarles de cómo ser unos buenos padres si ella misma no sabía cómo serlo. Lograron conseguir firmas para presentarlas a la dirección. “la maestra es mal ejemplo para los alumnos”
La directora expresó su molestia hacia los padres de familia. La vida personal de la maestra Nuria no estaba en tela de juicio.

Continuará…

Texto agregado el 14-05-2023, y leído por 86 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
15-05-2023 Te leo desde "Nuestra familia". Sin duda es un trabajo enorme el que has hecho con tantas entregas semanales; como ejercicio, pienso que está bien. Debo decirte, sin embargo, que los personajes son muy escuálidos, no tienen una personalidad marcada o propia. A veces, lo entiendo, hay incoherencias en la narración. Creo que eso se debe a que seguramente escribes las cosas directamente aquí y no vas revisando. ¡Sigue! eRRe
 
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