Poema



Mis poemas


Mis poemas son como mis cuentos,
tienen un principio, un desarrollo y un final,
que sin ser solemnes ni apoteósicos
igual contienen un sentido que semeja realidad.

Siempre tratan de pintar una historia,
con sus palabras dibujan un trayecto
y pueden ejecutar desde una simple balada,
hasta una intrincada y majestuosa sinfonía.

No son asiduos a palabras raras ni a rimas forzadas,
por ende, no buscan asonancia, tampoco concordancia.
Solo que a veces por deslices repentinos de la pluma,
sin pensarlo ni quererlo, se dan licencias temporales.

En ocasiones hablan de trivialidades,
pero en otras se desdoblan en realidades.
En unas le cantan a lo cotidiano y baladí
y en muchas son compendios de verdades.

Los veo y siento como hijos que proyecto y concibo
como así también los nietos que malcrío y consiento.
A veces son esbirros en mi romance con las musas
y en ciertas ocasiones vasallos de mi lujuria apasionada.

Así son mis poemas, soldados obedientes a mi pluma.
Al comienzo versos temerosos cuando buscan un resquicio,
pero ante una mirada cómplice o un guiño se tornan audaces
y de la cordura contenida en vuelo raudo migran a la locura.

Así son mis poemas, letras que se unen caprichosas,
e impresas en páginas dispersas con pixeles digitales
van buscando lectores alojados en portales literarios
insertos en la memoria de las modernas redes virtuales.



Creo que así son mis poemas