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Somos fuertes parte 26

Dos años después….
Gonzalo había terminado su terapia. Estaba tratando de sanar sus heridas. Visitaba a su mamá con frecuencia. Julieta les había declarado la guerra a sus hijos sin pronunciar palabra alguna. Al cambiar de trabajo, sus posibilidades fueron otras. Un mensajero de otra empresa le puso el ojo encima. Al hombre le costó darse una segunda oportunidad. El psicólogo le dijo a Gonzalo que le enviara una carta a su hermana siendo honesto. Lo importante era que el hombre de cuarenta y tres años expresara lo que sentía.

A Elena le costó mucho trabajo acercarse a una mujer que le gustaban los hombres. A Emilio le molestaba ver a Elena, pensaba que era una provechada.
-Hola, Emilio ¿sabes dónde puedo encontrar a Isabela?
-Estoy muy ocupado - respondió el hombre.
-Bueno, gracias.
La mujer se acercó a una secretaria que le dio el paso a su oficina. Isabela sabía las intenciones de Elena.
-Tú sabes que no sé si podré corresponderte, dame más tiempo. – Isabela fue honesta – yo siempre he salido con hombres.
-Yo tendré paciencia. Te lo juro. Eres una mujer bellísima y no pienso dejarte libre.
Eso sonrojó a la ejecutiva.

El que estaba muy sonrojado era Alex. El joven estaba en primero de preparatoria. Tenía dieciséis años. Había una joven, Mireya. Alex sentía atracción por ella. En su cabeza estaba la idea de ser sacerdote, pero su corazón y la curiosidad le decía otra cosa. Cuando tenían actividad física, la joven usaba el short cortísimo y se agachaba, Alex admiraba eras piernas torneadas, o cuando usaba esa falda, subiendo las escaleras de pasada le miraba por debajo de la falda.
-Hola Mireya – le dijo el adolescente.
-Hola, Alex. ¿Qué tienes? Estás temblando.
-Es que, pues - el adolescente hizo una pausa - no sé, es que no le entiendo a la tarea de física.
-Si quieres te puedo ayudar en mi casa – le propuso la guapa adolescente.
Alex pretendía engañar a su madre al decirle que irían varios compañeros, pero su madre conocía a los adolescentes. Fue honesto y le dijo que haría un trabajo con Mireya. El problema de la joven era que no tenía la atención necesaria por parte de sus padres, estaba la mayor parte del día sola en casa, eso provocó que se diera ese momento.
El adolescente estaba en un blog en el que le decía qué y cómo actuar para ser sacerdote. Ahí le decía que el sexo era malo y que era pecado mirar a las mujeres con lujuria. Alex pensaba lo contrario porque su mamá se lo había dicho. Tenía muy presente cómo Francis y Oscar habían tenido sexo en las regaderas en la playa. Recordaba a la Francis tocarse y su completa desnudez sobre la arena.
Por todos lados miraba el rostro de Francis. La soñaba desnuda, la soñaba fornicando con su novio, la soñaba tocándose. Pensaba que estar con Mireya sería como estar con Francis.
Para rematar, su hermano Israel cometió de nuevo aquel error del preservativo. Al sacar su uniforme, cerca de la lavadora una tira de cuatro preservativos estaban en el piso junto a la lavadora. Israel no se dio cuenta y regresó a su cuarto. Alex tomó los preservativos y los metió en la bolsa de su pantalón. Por la noche abrió un sobre de aluminio con colores y vio el condón. Le sacó el envoltorio untando sus manos del lubricante. Se miró desnudo al espejo. Su imaginación trajo a su cuarto a Francis. La bella dama estaba detrás de él, ella misma le colocó el preservativo en su miembro ya duro. Vio que encajaba perfectamente en proporción. Sonrojado el joven disfrutaba de lo que tenía derecho, su sexualidad.
El preservativo lo guardó en su cajón de la ropa íntima. Le daba vueltas y vueltas cuando por fin se lo pidió.
Mireya era una joven castaña, alta, con la piel morena. Tenía un ligero parecido a Francis. Eso era lo que lo traía loco. El adolescente dejó de lado el querer ser sacerdote para probar las mieles del placer.
Aquella tarde, después de la escuela los dos jóvenes desnudos habían terminado su primera vez.
-Alex, dime ¿te gustó?
-Sí – respondió el adolescente.
- ¿No sentiste?
- ¿Qué?
-Tenías los ojos cerrados y quité el condón.
- ¿Qué? Pero…
-Estabas tan caliente que no sentiste….

Continuará….

Texto agregado el 22-04-2023, y leído por 39 visitantes. (2 votos)


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