Hubo un tiempo en que me gustaban
las flores que crecen hacia abajo.
El barro que te llega al cuello,
y apaga tu voz (tu grito) al cielo.
Amaba los inviernos que calentaban tus pies
y los veranos
que enfriaban tu mirada.
Supe de desalojos
y del colchón húmedo en la persiana
de chapa (que dichoso era).
Adoraba a los poetas que sufrían hambre
y tal vez descrédito.
Admiraba a los que se mudaban a otras casas
a otra ciudad,
y no volvían a ninguna parte
a buscar sus vestigios.
Pero puedo empezar de nuevo
y salir de este cuarto con paredes blancas
salir sin ir a ninguna parte,
solamente aspirar
ese alivio,
que se siente en el aire.
Texto agregado el 21-04-2023, y leído por 124
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Lectores Opinan
28-04-2023
Escribes muy lindo.
Es un placer haberte encontrado*****
Un abrazo
Victoria 6236013