Hemos estado mucho tiempo
que un café, té o brebaje; para empezar,
reconozco que quise mantenerte aquí como mi esclavo
lo que encontré fueron migajas de un corazón destrozado.

Te amo y ese quise, ya no es
un abrazo que recuerdo trajeron de nuevo 21 gm de poder
te amo y un acorde de guitarra es suficiente
para que no te pueda olvidar.

Un beso que jamás te di,
y en ocasiones el que me hace sonreír.

Te arrepientes de lo que no haces.
de los ¿y si?
que dejaron todo en verás... Ya veras...
y en un intento inocuo e insulso de soliloquio, me digo:
Mi misma, para convencer a un corazón
del no, solo hay que llorar lágrimas, derramar amor y sangre.

Hoy sigo detestando las palomas,
tomándome un café,
y añorando el quizás