Hoy voy a escribir otro poema de gente mayor,
quiero escribirlo para que mi hija no lo entienda,
para que ella comprenda lo difícil que es crecer,
cuando los significados ahora son significantes
y la vida deja atrás una ingenuidad tan necesaria.
Hoy voy a escribir ese poema para la edad adulta,
en un mensaje obtuso que dice aun sin decir nada,
en el resultado de esas palabras tan complicadas
en la cabal metáfora del tiempo que le ha de llegar
e intuya el jeroglífico impenitente que es la vida.
Hoy escribiré un poema clasificado para mayores,
exégetas del presente desde un pasado sin futuro,
qué guardan sus memorias como el mayor tesoro,
y piensan que el progreso nunca saldrá vencedor,
entre nostalgia y miradas perdidas en su propio horizonte.
Hoy voy a escribir ese poema solitario, solidario,
hermanado con un coro de voces desconocidas,
en los lamentos olvidados para ese cuadro variable,
en el mantra infinito que traduce la insatisfacción,
del tiempo pasado que obviamente no podrá ser mejor.
Hoy voy a hacer de mi vida otro poema senil,
lanzaré mis pensamientos en una botella vacía,
esperando a que alguien habrá el recipiente,
en el ansia de una respuesta que nunca llega,
en el deseo de entender porque no entiendo nada.
JIJCL, 2 de abril de 2023.
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