Tu nombre era Joana
pero te decían "yo"
y cada vez que alguien preguntaba
¿quién tiene la cuchara?
¿la servilleta?
¿la almohada?
Yo decía "yo"
y entonces vos me mirabas.
Ay, Joana tus labios eran
como en azúcar enfrascada,
tan capaces de curar
cualquier vida amarga.
...
Texto agregado el 20-03-2023, y leído por 151
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