Entregados los cuerpos deseosos
En un sin fin de miradas cruzadas
Sonrisas regaladas al tiempo
En una noche de ensueños
Que acaba de comenzar

Las idas y vueltas de palabras revueltas
Son llevadas a un silencio de miradas
Mientras una brisa pasajera nos deja respirar
De fondo el sonido constante
Las chispas de un fuego incesante
Que no se quiere apagar

La noche parece eterna
Nos regala una luna brillante,
Salpicada por estrellas tintineantes
Que se reflejan en tu mirada penetrante

Se siente la química en el aire
Fundirnos bajo este cielo brillante
Entre besos indomables
Entre caricias interminables

Formar la sinergia perfecta
Entre querernos y el coraje
De ser uno en el aire