Amiga no se lo digas a nadie,
pero en este pequeño dormitorio
esta lleno de aviones de papel sin poder volar
y barquitos exiliados que se afanan en buscar el mar
pero aquí se escucho una voz que dijo amar
y aunque no lo creas los tímpanos secuestraron todos los susurros
que como rezos replicaban las letanías de todas las pupilas.
Amiga aquí la palabra se ahogo en los labios
de quienes no supieron verbalizar lo que estaban sintiendo
tu dirás que aquello es normal,
y si… hay algo de razón en eso.
¡Pero no se lo digas a nadie!
Aquí se guardaron los pétalos del silencio
entre las hojas de los libros
para que en un futuro que se creyó no incierto
revelaran las palabras que no se pudieron pronunciar.
Amiga aquí se pensó que la vida terminaba en esa puerta
y que el cielo debía de estar aquí dentro
para que las flores que nacían alumbraran el color de la luz a medianoche
inaugurando la santa oscuridad
y así nada huyera de entre las manos que tomaban el aire.
Amiga no se lo digas a nadie
pero aquí se creyó que la fe
se encontraba en las plegarias de los abrazos
y que nada era cosa de uno
sino de la comunión entre dos
Texto agregado el 04-03-2023, y leído por 118
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