Preguntas filosóficas

Jober Rocha

Siempre he oído que los espíritus, que imaginamos poseer, se encarnan en seres humanos para evolucionar. Así lo dicen los sacerdotes de las más diversas religiones.
Estoy de acuerdo con los sacerdotes, porque, si no fuera así, ¿para qué existimos y encarnamos?
La evolución, creo, ya sea material o espiritual, tiene que ser conquistada; porque es algo que no se puede otorgar. El espíritu, o el cuerpo físico, tienen que evolucionar por sí mismos. Son sus experiencias personales.
Esto, sin embargo, también según la lógica, parece significar que los espíritus no evolucionan en forma espiritual, pues si ese fuera el caso, ¿por qué habrían de encarnar en un cuerpo material?
Sin embargo, según la lógica, los sentidos a través de los cuales asimilamos las emociones y tomamos contacto con el mundo material, hechos que nos permiten evolucionar, física y espiritualmente, todos ellos nos llegan a través del cuerpo humano, que es el medio de interacción entre el espíritu, que imaginamos poseer, y el mundo material.
La memoria, a su vez, ubicada en distintas partes del cerebro, es evocada por el hipocampo, que es capaz de formar nuevas neuronas y adquirir más memoria.
Así, nuestras experiencias físicas y psíquicas quedan almacenadas en el cerebro, mientras éste existe y tiene vida, para que luego podamos recurrir a ellas para que nos ayuden en nuestras futuras acciones, decisiones, pensamientos y razonamientos.
Con la muerte del cuerpo desaparecen los sentidos y la memoria. Ya no tenemos la vista, el oído, el tacto, el olfato, el gusto, que nos eran necesarios para almacenar en la memoria la información que nos permitía evolucionar física y espiritualmente. El espíritu, quizás existente en nosotros, no es el guardián de nuestra memoria y nuestros sentidos. Si fuera así, si ellos no necesitaran un cuerpo para manifestarse, ¿por qué tendríamos un cuerpo nosotros? ¿Solo para ocupar espacio?
Las mismas experiencias que tendríamos viviendo en un pequeño planeta de un pequeño sistema solar, de una pequeña galaxia, de las innumerables existentes, en los infinitos universos, las podríamos tener en el plano dimensional etéreo, donde deben habitar los espíritus. Habría sido una pérdida infinita de tiempo, espacio y materia.
Sé que el Creador debe haber sido el hacedor del tiempo, del espacio y de la materia; sin embargo, no veo la necesidad de crear lo que los humanos llamamos desechos, proporcionados por un Ser tan perfecto. Digo esto porque nosotros, vuestras humildes criaturas, estamos en contra del despilfarro, lo que significa trabajo y gastos innecesarios para lograr un fin determinado.
Si fuera posible que evolucionáramos sin un cuerpo, obviamente, no necesitaríamos haber encarnado en un universo infinito, como creo. Si no evolucionamos en forma espiritual, ¿qué harían los espíritus en el plano etéreo donde vivirían?
Los lectores podrían argumentar: - ¡En el plano etéreo, los espíritus menos evolucionados son guiados e instruidos por los más evolucionados!
Ahora bien, ya hemos mostrado la necesidad de la encarnación para la evolución espiritual y que la evolución espiritual es una condición que no se puede otorgar, sino sólo adquirir. Por tanto, esta supuesta instrucción de los espíritus más evolucionados, para los menores, sería una contradicción.
El universo infinito solo no sería considerado un desperdicio en el caso de la existencia de infinitas razas e infinitas civilizaciones, coexistiendo en estos infinitos sistemas solares. Si es así, si de hecho existen, ¿por qué no se dieron a conocer estas infinitas civilizaciones, como lo fueron las razas que habitan nuestro planeta Tierra?
Si existen, ¿por qué nuestras religiones, que pretenden representar a nuestro Creador, no las mencionan por su nombre y dicen dónde viven cuando encarnan, en qué sistemas solares y planetas?
Para las religiones, este universo infinito fue creado solo para estos espíritus imperfectos que necesitan evolucionar y que habitan en estas diminutas criaturas llenas de defectos, enfermedades y dolencias, que somos nosotros.
Supongo que todos los espíritus existentes, al desencarnar, deben vivir en el mismo lugar; ya que no ocupan espacio y no necesitan nada para seguir existiendo. Este lugar no necesitaría tener ningún espacio físico para almacenar lo que no es más que energía o luz. Tal lugar ni siquiera necesitaría estar ubicado en el universo infinito que sabemos que existe, supuestamente creado por quien, supuestamente, creó todo.
¿Cuál es la razón, entonces, de la existencia de infinitos universos dentro de infinitos universos? Para nuestros espíritus encarnados, ciertamente no lo es; mucho menos para ellos espíritus desencarnados.
Creo que el propósito de este universo infinito que observamos es otro, completamente desconocido para los seres humanos. Somos como microbios viviendo en la piel de los seres humanos, pensando que fueron creados solo para alimentarnos.
Los microbios, si pensaran como nosotros, imaginarían que los seres humanos están totalmente destinados a existir como los seres en que ellos habitan, solo para que se alimenten, se desarrollen y proliferen.
Los microbios más inteligentes, si los hay más inteligentes que los demás, inventarían una cosmogonía que explicaría el surgimiento de todos ellos y la razón esotérica que haría que unos mandaran (ellos, los expertos) y otros obedecieran (los demás, los tontos).
Estoy convencido de que habitamos un universo, creado por desconocido(s), cuyos objetivos tampoco somos conscientes. Que somos seres llamados humanos, cuyo fin último desconocemos, y que no tenemos pruebas de que alberguemos en nuestro cuerpo cierta energía que llamamos espíritu y que se llevaría consigo, tras la desencarnación, toda nuestra memoria y experiencia de vida, como signo de evolución espiritual.
Si esto fuera posible, evidentemente ya traeríamos con nosotros, al encarnar, recuerdos de experiencias anteriores en forma de evolución, lo cual no ocurre.
Se ofrecen numerosas explicaciones para sortear esta paradoja, pero no me las creo.
Si necesitáramos varias encarnaciones, ¿no podrían ser reemplazadas por una vida más larga? ¿La tecnología, al reducir el contacto personal entre seres encarnados, no reduce la alteridad que facilitaría esta evolución espiritual? ¿El intercambio de experiencias con otras especies extraterrestres encarnadas, como el existente entre razas terrestres, no facilitaría esta evolución?
El hecho es que de la misma manera que yo trato de entender el significado de la vida, muchos otros antes que yo lo han intentado; muchos ahora mismo lo están intentando y muchos en el futuro también lo harán. Estoy seguro, sin embargo, que este sentido nunca lo conocerán todos los seres que puedan existir; cualquiera que sea vuestra raza, especie o reino de la Naturaleza. Los que pretenden conocerlo sin duda se engañan a sí mismos ya los demás a quienes exponen sus teorías, tal como lo hago ahora. Sólo podemos hacer suposiciones, pero no afirmar.
Si existiera este supuesto espíritu que se encarnaría en nosotros, ya sería cuestionable la necesidad de un universo tan desproporcionado, más aún si no existiera ningún espíritu en estos mediocres seres humanos siendo los únicos en habitar estos infinitos universos dentro de infinitos universos.
La única posibilidad de justificar tal inmensidad (o ilusión de inmensidad) podría ser la sugerida por Hermes Trimegistus en las Leyes de Kybalion, descritas en la obra 'Corpus Hermeticum', un conjunto de textos iniciáticos datados probablemente en el siglo I, que representaban la fuente de inspiración para el pensamiento renacentista hermético y neoplatónico. En ese momento, se creía que la obra se remonta a la antigüedad egipcia, antes de Moisés, y que también contenía el presagio del cristianismo.
La obra reúne extractos de escritos herméticos, como la Tabla de Esmeralda, entre otros. El libro trata de las siete leyes herméticas principales, leyes que se basan en los principios que gobiernan todas las cosas manifestadas. La palabra Kybalion sería un derivado griego de la misma raíz que la palabra Kabbalah, que en hebreo significa "recepción". El libro describe las siguientes leyes herméticas:
Ley del Mentalismo: "El Todo es Mente; el Universo es mental".
Ley de Correspondencia: "Lo de arriba es como lo de abajo. Lo de adentro es como lo de afuera".
Ley de la Vibración: "Nada está quieto, todo se mueve, todo vibra".
Ley de Polaridad: "Todo es doble, todo tiene dos polos, todo tiene su opuesto. Igual y desigual son la misma cosa. Los extremos se tocan. Todas las verdades son verdades a medias. Todas las paradojas se pueden reconciliar".
Ley del Ritmo: "Todo sube y baja, todo tiene sus mareas, todo sube y baja, el ritmo compensa".
Ley de Género: "El género está en todo: todo tiene sus principios Masculino y Femenino, el género se manifiesta en todos los planos de la creación".
Ley de Causa y Efecto: "Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa, hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley".
La obra 'Corpus Hermeticum', según Clemente de Alejandría, constaba de 42 libros subdivididos en seis conjuntos que trataban de diferentes ciencias.
Siendo el universo mental, según Trimegistus, lógicamente todo lo contenido en él estaría en la esfera de las imaginaciones. Sería como vivir experiencias irreales en una realidad virtual. Para los participantes de estas experiencias, insertos en ellas, la vida transcurriría con normalidad, como si todo eso estuviese ocurriendo realmente.
El hecho de que Trismegistus mencionara esta ley, cuando la realidad virtual aún era completamente desconocida para el ser humano, puede indicar que él ya la conocía, o bien que conocía a los creadores del universo mental, o que también formaba parte de él, como todo. El universo real, a lo contrario, no existiría.
Actualmente, la gente ya compra, vende y realiza transacciones en el Metaverso; un universo virtual existente en la WEB donde, utilizando monedas virtuales, se pueden realizar innumerables transacciones virtuales.
De lo contrario, ¿cómo puedes justificar el infinito? ¿Qué haría? ¿Cuál es la razón de tal desperdicio?
La razón de la existencia de la nada es simple: ¡nada sale de la nada y nada se espera de ella!
Pero infinito, ¡esto debe tener una razón! Del infinito se puede esperar todo, incluso que de él salga una nada infinita...
rochajober4@gmail.com
marzo 2023