Me urgía
dónde dormir,
mis ladrillos,
profanando su sosiego,
cercaron a un espacio:
mi cuarto,
prisión de ese espacio…
sin ventanas,
la helada me puede matar.
Un gemido
no me deja descansar:
el espacio extraña
ver la luna llena,
bañarse con la lluvia
despedir al sol
y que el viento travieso
jugase con su cabellera.
Puse amplias
ventanas y claraboyas...
nos abrazamos tanto…
el espacio nunca dejó
que entrara el frío.
Texto agregado el 19-02-2023, y leído por 212
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Lectores Opinan
20-02-2023
Una persona puede cambiar un espacio, llenarlo de calor y armonia. Que bello. Odette
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