Dormido el iris en las celdas del dolor los ojos se apagan bajo el yugo del olvido en la mixtura de miradas tejidas en la córnea del recuerdo. Cóncavos y segmentados sentimientos cargados de culpas antaño notas de ilusión guiños de silencios en el zeppelín social entre abigarradas desilusiones en notas. Nubes en las páginas de la espera mientras se escriben inocentes libros de sueños y se disuelven sentimientos en rojo vino tragos de dolor que se esparcen en el no fondo de la copa. Zaragata que se repite año tras año en el desengaño de las conquistas celebración de la olvidada soledad ante el asombro de la mirada. Un espacio de versos en la conquista fraguado en el yunque del silencioso ensueño sombreados por el agrior de las figuras de ayer perfilados en los requiebros de los partos. Felicidad que en el pecho se esparce henchido ante la lejanía alargando en el tiempo los retornos abrazada a la amorosa soledad del verso. Se alza la copa se entierra la mirada. Xesca Almécija
Texto agregado el 10-10-2004, y leído por 188 visitantes. (0 votos)