Primera noche
Mi nombre es Andrea Noreña, tengo 30 años y soy el fantasma del cuarto 113.
Antes de entrar me requisaron como si trajera algo para hacerme daño, me ubicaron en el piso de las mujeres, los baños están cerrados al igual que los armarios, si quiero usar el primero debo ir hasta la sala común, que es también el comedor y el salón de artes. No tengo donde escribir, mi libreta fue decomisada por tener argollas, debo tener la apariencia más triste de todo el piso, para que terminaran pasándome una hoja con el membrete del hospital y un color café sin punta ¿esto es acaso lo que merezco? ¿es un castigo quizás? ¿es un autocastigo? ¿qué es?
Mi compañera de cuarto me dijo que cuando uno se acostumbra no es tan malo ¡por Dios, no tenemos papel de baño! No se cuánto de esto pueda soportar, no se si esto lo hacen para que las personas que estamos aquí le demos las gracias al todo poderoso por lo que tenemos, por una buena almohada, un tv con plataformas, libretas y plumas.
La enfermera me dijo que debo esperar hasta las 9, es la hora en la que reparten los medicamentos y eso me ayudará a dormir, dormir…necesito hoy más que nunca dormir.