Un mar se agita sobre la cama, escapan urgentes las palabras como peces por mi boca. Crecen estas ganas de verte. Crecen y se arrebatan una y otra vez contra el silencio del acantilado: vuelvo a ser la espuma revuelta de mi sangre sobre la roca.
Texto agregado el 26-01-2023, y leído por 165 visitantes. (6 votos)