Aunque tú no me creas
yo sigo navegando
tu río.
Escribiendo cartas
de amor,
siempre te presentí
vida mía.


Aunque tú no me quieras,
no he perdido la esperanza
de recoger tu miel
enamorada.
Yo te amo,
y seguiré amándote
toda una vida.

Nuestra música
me inspira,
tus palabras
y mis versos
andan sueltos por la vida,
recatando
aquellos atardeceres.

Los anhelos
brotan rasgando
el silencio,
el amor estalla como una fruta
madura y exótica.
Estamos esforzándonos
para tomar
las delicias del amor.

Me susurras
palabras deliciosas,
siento tu palpitar atormentado.
Es que tus labios
buscan los míos
desesperados.

No se extinguió
este volcán que fluye
desbordando todo
impedimento.

La razón
escapa aturdida,
nuestros cuerpos se unen,
y el silencio
se muere en una capa
de nube soñolienta
y eterna.

A-M-R