Sonidos que aparecen en el amargo atardecer en la desaparición de lo establecido. El duro clamor de piel arrugada y añeja, llena de historias desatadas por el viento que sopló alguna vez. El dolor de la roca, la aparición de las grietas, el baile de lo muerto, la pasión de lo incontrolable. La niña llora y grita como si estuviera en la cuna, pide auxilio pero no ve que aquí se camina por Atacama. No hay petición correcta.. en los cambios de estación, en la angustia de la perdida no hay demanda que valga.
Texto agregado el 28-12-2022, y leído por 120 visitantes. (3 votos)