En un lado, Jorge está en su casa con extraños. Pregunta quienes son. Pregunta por un recuerdo que hace años está en su mente trasladandolo a hoy.
Él desorientado vive su propia realidad y es feliz.
En otro lado, Nahuel piensa como llegar a la fiesta de fin de año de trabajo, mientras va a buscar a su hijo de 6 años que sale de karate, simulando una conversación con su esposa por haber llegado tarde.
Él, agobiado, vive la realidad.
Ambos con realidades paralelas. Ambos en los ratos de lucidez, preocupados por el otro. Padre e hijo, brindan en una navidad de olvidos desorientados. Ambos con su Alzheimer preseleccionado.
En otros lados, tendrán sus propias realidades.