Palabras escritas con letras de tiempo



¡Tiempo, tiempo, tiempo!


Intuición, sensación, sueño, realidad… ¿Qué es el tiempo?
Por alguna razón, que no es difícil de entender, en cada cambio de año nos damos momentos para pensar en la velocidad del tiempo universal y el personal de cada uno.
Y así como pasa el tiempo más rápida o más lenta, según la percepción de cada cual, también pasa la vida.

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Puedo pensar que el tiempo…
… es una intuición que se transforma en sensación, se presenta como un sueño y se percibe como realidad y también llego a pensar que puede ser el dios inmaterial y poderoso de todos los que quieren creer en ese ente superior que tanto buscan.

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Ojalá supiéramos lo que es el tiempo…
… así probablemente sabríamos lo que somos y lo que es todo lo que nos rodea desde el más ínfimo grano de arena hasta lo más profundo de lo incógnito del universo.
Digo probablemente porque si en algo puedo creer con relativa certeza es que lo absoluto, si es que existe, no lo conoceré en el transcurso de mi tiempo y creo que ni siquiera más allá de mi tiempo alguien logrará conocerlo.

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Si supiéramos lo que es el tiempo…
… posiblemente nos daríamos un poco de su esencia, para detenernos a pensar cómo solucionar los problemas de la especie humana y también lograr entender todo lo referente al mundo y el universo. Pero como no lo sabemos, bien o mal, sigamos conformándonos con el usufructo que podemos hacer de él, sin dejar de intentar de encontrarle la quinta pata al gato.

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Hablando de tiempo…
… no podemos abstraernos en el brillo de las estrellas que tapizan el firmamento, dado que la ciencia astronómica nos dice que muchas de ellas están apagadas, pero por la inmensa distancia que su luz tiene que recorrer en el espacio y el tiempo, para nosotros aún están titilando.
Por eso hay estrellas en la inmensidad del espacio que aun estando apagadas iluminan nuestros senderos y podemos asegurar que a veces una sola nos brinda toda la luz que hipotéticamente podrían entregarnos cinco estrellas. (Toda semejanza con alguna realidad conocida es mera coincidencia)

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Y viviendo en el tiempo…
… sumó estudios formales, cursos, seminarios, talleres, a la vez que sumó trabajos en empresas comerciales, mecánicas, textiles y eléctricas, en las cuales ocupo puestos y cargos por tiempos cortos y tiempos largos.
Sumó romances y compromisos también formales, desde los tiempos jóvenes hasta los maduros, sin olvidar agregar los informales que fueron pan de cada día, intercalados en todos los tiempos.
Contó años, sin darles importancia ni llevar cuenta clara, hasta los ochenta. Ahora quiere sumarlos cuando un trazo final le sugiera que llegó el momento de obtener el resultado de lo andado.
No consideró en la cuenta, pero sí reconoce, que restó o mejor dicho a dos personas que no debía, les quitó años de su presencia; posiblemente muchos de los que pudieron haber sido buenos tiempos para ellos. Ella tenía quince y él trece…
… después de mucho tiempo, una nieta que tenía un blog al cumplir quince años, en algo parecido a una carta sin destinatario, escribió: Cuando mi mamá tenía quince años y mi tío trece, el abuelo embriagado con el perfume de la secretaria, en un cambio de año viejo a año nuevo, con ella se fue por otro camino.