Ayudemos a papá oso

Había una vez, en una lejana montaña, en una enorme cueva, vivía papá oso y su pequeño osito bebe, ellos Vivián muy tranquilos y felices acompañándose siempre el uno del otro, pero siempre felices.

Un día muy soleado papá oso y su pequeño oso bebe, salieron de su enorme cueva y observaron que era un día muy hermoso, papá oso le comento a su pequeño oso bebe:

- Mira, hijo mío, que día más hermoso, que te parece si nos vamos a recolectar nuestros alimentos.

- Muy bien papá, es una buena idea, podemos pasear, jugar y bañarnos en el río. Dijo el pequeño bebe.

- Hijo, pero debes tener mucho cuidado, que el río es muy peligroso. Dijo papá oso.

Papá oso y su bebe iban caminando muy dichosos, el pequeño oso iba jugando, corriendo cuando de repente el pequeño oso vio el río y los peces que salían de sus aguas, y empezó a correr queriendo coger algunos de ellos y papá oso le decía que tenga mucho cuidado, que era muy peligroso.

El osito bebe no había escuchado las últimas palabras de su padre cuando de repente el osito bebe cayó al río y sus aguas estaban muy movidas y la corriente era muy fuerte que se llevaba todo lo que se le cruzara en su paso.

El osito bebe era llevado por las bravas aguas del río y gritaba desesperadamente:

- ¡Papá auxilio! Papá sálvame, ayúdame. Gritaba el pequeño.

- No te preocupes, hijo mío, yo te salvaré.

Papá oso estaba muy desesperado y no sabía qué hacer, corría y corría gritando:

- Cógete de esas ramas, hijo le decía.

En ese momento el pequeño oso, vio unas ramas a lo lejos y se cogió muy fuerte, como le había dicho su padre.

Pero papá oso, no podía alcanzarlo y se desesperaba mucho, en eso llego la señora cabra y lo vio muy desesperado al señor oso, que le ofreció su ayuda, cogió su mano, pero no alcanzaban al pequeño oso, luego llego la señora oveja se unió a la señora cabra cogió su mano, pero aún no alcanzaban al pequeño, luego llego el cerdito cogió la mano de la señora oveja, la oveja de la señora cabra, la cabra del señor oso y aun así, no alcanzaban y por último llego el señor hipopótamo se unió al cerdito el cerdito a la señora oveja, la oveja a la señora cabra y la señora cabra al señor oso y por fin consiguieron alcanzar y salvar al pequeño osito que estaba muy asustado.

Finalmente, papá oso pudo abrazar nuevamente a su pequeño osito, que estaba muy asustado, gracias a la ayuda y al apoyo de todo de todos sus amigos. Ellos fueron felices para siempre.

FIN