Que lluevan mil años de aguas suaves y serenas y que ellas limpien las heridas. Que hayan otras rosas llevadas por otras manos y sean ofrecidas. Que el otoño llegue leve y no apague todos los ardores Que aún estemos vivos para contemplar el mar eterno y caminemos el último tramo de la mano de nuestros hijos y su semilla
Texto agregado el 26-12-2022, y leído por 80 visitantes. (2 votos)