Paco, el niño sucio y desordenado.
Esta es la historia de Paco, Paco era un pequeño de 8 años, que vivía solo con su abuelo Ignacio.
Paco, no tenía muy buenos modales, y algunas veces se ponía a comer en la ventana de su casa y empezaba a botar toda la basura como; Los empaques de las galletas, las garrafas de zumo que bebía, las cáscaras de frutas y otras cosas más.
Todos sus amigos que Vivían cerca de su casa, siempre le decían, que no debería hacer, porque podría ser muy peligroso y podría causar algún accidente, y que no debería ser tan sucio.
-Yo boto la basura, porque quiero. Siempre decía Paco.
-Pero tu casa se ve muy sucia Paco. Le decía su amiga Lucia.
- No me importa, a mí me gusta así. Respondía siempre Paco.
Los días fueron pasando y la basura de la casa de Paco, seguía aumentado cada día más, pero eso no le importaba, sus amigos ya no querían jugar con el porqué era muy sucio, pero a él poco le importaba.
Por otro lado; su abuelo le pedía por favor que ya no haga eso, infelizmente, a él le entraba por un oído y le salía por el otro, lo que le decía su abuelo y nunca le hacía caso.
Su abuelo se ponía muy triste, y algunas veces su abuelo trataba de limpiar, pero no conseguía terminar, todo era inútil. Paco, continuaba botando la basura.
Un día el abuelo de Paco, se fue al mercado y Paco se quedó solo en casa, empezó a comer muchos plátanos y arrojaba las cáscaras por la ventana, una tras de otra. Sin pensar en el daño que podía causar, a él no le importaba nada.
En ese instante, llego su abuelo Ignacio del mercado y no pudo ver las cáscaras de plátanos que había arrojado Paco en el suelo, que de repente resbalo y cayó. ¡BUUM!
Paco vio a su abuelo en el suelo y se asustó mucho, que corrió ayudarlo, tratándolo de levantarlo, pero él solo no podía, así que pidió ayuda a sus amigos y lo ayudaron llevándolo al hospital. Su abuelo Ignacio se había fracturado su pierna.
Paco, se puso muy triste, se puso a llorar porque por su culpa le había pasado ese accidente a su querido abuelo. Él estaba muy arrepentido por todo lo que había hecho, así que comenzó a recoger toda la basura que había alrededor de su casa, y sus amigos al verlo corrieron ayudarlo, y juntos pudieron limpiar toda esa suciedad.
Finalmente, Paco, le pidió perdón a su abuelo Ignacio, cuando llegó del hospital, y también a todos sus amigos. Y su abuelo lo perdonó y se puso muy contento cuando encontró todo muy limpio.
Y lo más importante que Paco aprendió su lección, y sobre todo se volvió un niño más limpio y ordenado que nunca más boto la basura por su ventana y cada vez que encontraba un papel en el suelo, lo recogía y lo echaba al tacho de basura.
FIN
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